Título original: The Geek Feminist Revolution
Idioma original: Inglés
Año: 2016
Editorial: Runas (2018)
Traducción: Alexander Páez
Género: Ensayo (ciencia ficción, feminismo)
Aquí estamos las feministas
Poco puedo contaros de Kameron Hurley que no se sepa ya. Autora de varios libros de ciencia ficción y fantasía (en español está disponible Las estrellas son legión) es una de las cabezas más visibles del movimiento feminista en lo que se conoce como fandom, el colectivo de fans de estos géneros. Escribe artículos en su blog y en otras webs sobre temas como la representación en la ficción, la masculinidad o la escritura, trabaja en temas de marketing y publicó en 2016 La revolución feminista geek, el libro del que hoy hablamos. Por si esto fuera poco, esta mujer todoterreno obtuvo el premio Hugo en 2014 por su artículo «Siempre hemos luchado», sobre las mujeres en la ciencia ficción y cómo ha habido autoras de siempre (que se encuentra recogido en este libro), y estuvo este año en el festival Celsius, en Avilés hablando de su trabajo y de la literatura escrita por mujeres. En resumen: si sois de las que habéis cantado fuerte el subtítulo de esta entrada, no sé a qué esperáis para conocer a Hurley.
Runas tradujo este año esta colección de ensayos de la autora, que contiene artículos para su blog, para otros medios o escritos de forma específica para La revolución feminista geek. El libro, que habla de creación (de creadoras, más bien), propone análisis de elementos de la cultura popular y desarrolla con minuciosidad muchos de los muros con los que se topan las mujeres en la red y fuera de ella, supone un ataque frontal a la misoginia y el machismo. Se trata así de una obra excelente como primera aproximación a una serie de conceptos y problemáticas, tocadas con la gravedad necesaria pero también con un cierto desenfado formal que lo convierte en divulgación para todos los públicos.
Decirle a alguien que se calle en Internet para evitar el abuso o el acoso es como decirle a una mujer que la mejor manera de evitar que la violen es no salir a la calle. Somos muchas las que no vamos a ser silenciadas, porque que les jodan […]. Tu voz es poderosa. Tu voz tiene significado. Si no lo tuviera, no se esforzarían tanto para silenciarte.
El principal problema que le he encontrado a La revolución feminista geek, más allá de unas cuantas expresiones raras (probablemente fruto de la traducción más que de otra cosa) es que los artículos que lo forman son, pese a su interés, algo repetitivos por momentos. Entiendo que se trata de entradas de blogs, de textos previos que luego se unificaron en un volumen conjunto, y esto se nota: se repiten anécdotas una y otra vez, se ponen los mismos ejemplos, en ocasiones se estanca. Es una pena porque las ideas que presenta están bien razonadas y Hurley tiene mucho talento, pero estas repeticiones llegan a convertir las nuevas ideas en elementos monótonos. Se echa en falta un buen trabajo de edición (por parte, me refiero, de la editorial original y la autora) para unificar correctamente estos textos, pulir los detalles romos que terminan por hacer mella en una lectura que, por lo demás, arroja mucha luz en determinados aspectos.
Análisis del patriarcado en todas sus manifestaciones
La revolución feminista geek se divide en cuatro grandes apartados dedicados a diferentes aspectos de la creación o la ficción. Los artículos del primero, Subir de nivel, refieren a la experiencia como escritora de Hurley, que da consejos para creadoras. Es, por esta razón, la parte que menos me ha interesado, aunque estoy segura de que a cualquier persona con interés por la creación artística le va a resultar una parte muy enriquecedora. En Geek, analiza elementos de la cultura popular como series o películas, además de reflexionar sobre algunos arquetipos o elementos de la ficción desde una perspectiva de género. Es este el apartado que más brilla, pues la visión de Hurley es luminosa, perspicaz y abarca mucho. Su análisis de la masculinidad en la serie de la HBO True Detective es magistral, aunque, en honor a la verdad, sus aportes en cuanto a género y a reconstruir el género y la percepción de este en la ficción son todos de una fuerza inmensa.
Cuando los hombres sienten que se quedan sin poder y reaccionan con violencia decimos que «los chicos son así». He oído esa patética excusa para el bullying masculino toda mi vida.
En lo personal, la tercera parte, reúne unos cuantos textos algo más variados, que se desvinculan de la faceta de creadora de Hurley para centrarse en su posición política (como mujer, como mujer pobre, como mujer gorda, etcétera). Son textos que duelen un poco, pero que, de nuevo, están escritos con una sensibilidad y una lucidez impresionantes. Solo de pensar en las ampollas que levantaría la autora con cada una de las entradas escritas a lo largo de su carrera en internet me sale una pequeña sonrisa (también cuando observo a algunos fanáticos españoles de Hurley que llevan cerrándose en banda al movimiento feminista durante años, pero eso ya es cosa mía). Por último, tenemos Revolución (y ya tenemos todas las partes de nuestra revolución feminista geek), donde de nuevo Hurley enarbola su posición política para hablar con destreza sobre los premios Hugo, sobre las autoras silenciadas, sobre hacer revolucionarse y luchar contra la opresión. Junto a esos análisis de obras que os comentaba antes, es aquí donde encontramos el grito más alto, con el análisis de los privilegios y la reivindicación a ser en los tiempos de internet, pero sobre todo con el magistral «Siempre hemos luchado». La autora despliega todas sus capacidades para reencontrarse con toda una genealogía de mujeres que luchan, que han luchado, y para deconstruir las narrativas que comprimen a las mujeres en la ficción (hablemos de llamas, dice). Es un texto muy emotivo, muy inspirador, que verbaliza muchos de los conflictos de los que todas somos conscientes, pero de los que tal vez no sepamos cómo hablar.
Aunque La revolución feminista geek no deja de ser un texto relativamente básico, me resulta indispensable para quienes quieran imprimir a sus lecturas una perspectiva de género. Las ideas son esenciales, y si os resultan desconocidas haceos con el libro de Hurley. Enriquece, verbaliza, hace tangible lo lejano. Pero no me voy a marchar sin daros un pequeño recordatorio. No vale solo con leerlo. Hay que reflexionar, cuestionar, trabajar día a día, leer, luchar, darle caña; hay que tomar las ideas de Hurley y utilizarlas como base para construir un mundo diferente. Ella propone, pero nosotras debemos decidir cómo empleamos sus propuestas para cambiar el presente y para, al fin, revolucionarlo todo.
