Título completo: Publicar con calidad editorial: Cuatro pilares de la producción de un libro
Año: 2017
Editorial: Malaquita Ediciones
Género: No ficción (Manual)
¿Hace falta editar un libro?
Como profesional de la autoedición y persona metida de lleno en este fascinante mundo de los libros, me alegra y enorgullece sumamente traeros un libro como este. Publicar con calidad editorial es un manual que relata punto por punto todo lo necesario para editar un libro. Y es que, para conseguir el tan deseado acabado profesional, existe todo un complejo proceso. Proceso que, debido a diversos factores, se ha venido yendo a la porra en los últimos años, dando lugar a auténticos adefesios de papel. Pero vayamos poco a poco.
La autora de esta obra, Mariana Eguaras, se ha convertido en uno de los nombres propios de la edición en lengua española. Su consultoría literaria da recursos a editoriales, empresas y autores independientes, y su blog es uno de los referentes para los interesados en el proceso de creación y distribución del libro, y del mercado editorial en general. Si estáis interesados en estos temas, su blog es obligatorio para vosotros, y si tenéis la oportunidad, id a verla a alguna de las ponencias en las que suele participar.
Publicar con calidad editorial, producto de la actividad de su autora, es un libro completo, técnico, preciso. Está orientado, más que para autores que deciden autopublicar, para profesionales de la edición que, o bien trabajan para una editorial, o bien desean fundar una. Porque el mundo está lleno de valientes. En este manual encontraremos el papel de cada uno de los profesionales en el proceso de edición del libro —el propio editor, autor, diseñador, corrector/es y maquetador—, qué hace cada uno, cuándo y por qué. Resulta que para un solo libro publicado es necesario un trabajo en equipo de varias personas cualificadas dirigidas por alguien con experiencia. Esto puede parecer de perogrullo, pero, de nuevo, en los últimos tiempos no está ocurriendo así.
Pongámonos en situación. España es una de las primeras potencias mundiales en la publicación de libros. Si lo pensamos bien, es bastante lógico, tiene un mercado de cientos de millones de personas y los otros países de habla hispana, por hache o por be, no están logrando hacerle la competencia —el carácter monopolístico de los grandes grupos españoles tiene algo que ver también—. De modo que son miles los títulos publicados cada año. Pero como nuestro país pasó por una cruenta crisis, a partir, más o menos, de 2010, una nada despreciable cantidad de profesionales de la edición perdió su puesto de trabajo. La crisis, por lo visto, pasó, eso cuentan, pero estos profesionales jamás volvieron a sus antiguos trabajos. Ocurrió que, debido a los recortes, los supervivientes de las editoriales empezaron a tener que hacer más trabajo con menos ayuda y menos tiempo. Esto quiere decír que la edición y publicación de libros, como el resto del país, se precarizó. Por otro lado, tanta cantidad de profesionales en paro dio lugar a la fundación de innumerables editoriales independientes, en la mayoría de los casos, de bajo presupuesto. También, no lo olvidemos, están aquellos que se meten en este mundo sin la formación adecuada, o aquellos otros que, aposta, ofrecen productos de ínfima calidad para maximizar las ganancias —aquí entran, por ejemplo, las editoriales de coedición y los piratas del sector, que da para una enciclopedia del horror—. La suma de estos factores ha dado lugar a la proliferación de libros de calidad bastante por debajo de lo esperado y, a veces, de lo admisible. Así que la respuesta a si hace falta editar un libro es un SÍ gigantesco.
[…] el libro, durante su producción, debe seguir unas pautas para llegar a ser un producto digno, que la gente quiera pagar por él y lo disfrute de leer o ver. Algo parecido a lo que ocurre con una camiseta o con un melón.
¿Comprarías una camiseta con una manga más larga que la otra y un par de agujerillos? ¿Y un melón machacado con visos de que asome algún bichito de su interior? Seguro que no, porque son productos defectuosos; podrás vestir la camiseta y alimentarte con el melón, pero ni te vestirás ni comerás a gusto y como esperabas. Lo mismo sucede con un libro.
Objetivo: hacer las cosas bien
Como decíamos antes, por sus características, Publicar con calidad editorial está orientado a profesionales de la edición, a aquellas personas responsables del acabado del libro. Al ser tan técnico, se requieren ciertos conocimientos para poder aprovechar todo lo que ofrece. ¿Significa esto que no es útil para aquellos particulares que lo que desean es autopublicar su propia obra sin necesidad de verse involucrado con una editorial? Sí y no. Está claro que para poner en práctica todos los pasos de edición que propone Mariana Eguaras es necesario tener estudios específicos, pero introduce varios conceptos de gran interés para los escritores independientes. Por un lado, conocer todos los pasos del proceso del libro ayuda a respetar este asunto. Que Amazon te diga que puedes publicar tu obra en 10 minutos es más o menos cierto, pero otra cosa es que esa obra vaya a tener un mínimo de decencia. Por otro lado, esta obra da pistas de qué es lo que necesita el libro para poder considerarlo acabado, le pone a cada cosa su nombre para luego saber cómo tratar con los profesionales cuando llegue el momento —correctores, maquetadores, diseñadores, etc.—; cuenta qué puede esperarse de todo esto, o cuántos recursos —estoy hablando de tiempo y dinero, principalmente— se necesitan; y en general, cómo hacer un buen trabajo, cómo hacer libros bonitos y cultivar el arte de la edición. Finalmente, este manual puede dar sugerentes ideas a los autores con cosas tan útiles como el manual de estilo, esa guía que unifica el diseño del libro y que le da una apariencia profesional de forma relativamente fácil.
Soy una ferviente defensora de que la calidad editorial debe ponerse en todos y cada uno de los procesos. Un excelente libro sin una distribución acorde y puntos de ventas interesantes para el tipo de libro hará que los ejemplares críen telarañas. Una magistral promoción con una deficiente edición hará que los lectores critiquen negativamente el libro y al autor. No es fácil dotar a todos los procesos de una calidad superlativa y no siempre se logra, por supuesto, pero hay que intentarlo.
En fin, tenemos entre manos un libro muy técnico, de gran valor e interés, tanto para profesionales de la edición como autores independientes que deseen autopublicar —más para los primeros que para los segundos, todo hay que decirlo—. Su extensa bibliografía atestigua esto. De modo que si os interesa el tema, deberíais ir echándole un ojo con papel y boli a la mano.
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Foto: Unsplash.