Año: 2017
Editorial: Autopublicado
Género: Manual
Un manual para enseñarlos a todos
Para empezar, una vez más, recuerdo que esta entrada forma parte de mi reto y compromiso #LeoAutorasOct, por el cual solo estoy reseñando obras escritas por mujeres en los 31 días que dura este mes. Me sobran los motivos para ello. Hoy le toca el turno a una autora que ya le sonará a muchos de nuestros lectores, Ana González Duque, que además de escribir fantasía juvenil y comedia, es especialista en marketing online para escritores. Este Cómo escribir fantasía es su segundo manual enfocado a autores y para nosotros significa la primera obra autopublicada que entra en la sección oficial de los Premios Guillermo de Baskerville 2018.
Debo reconocer que abrí este libro por primera vez con escepticismo, y no por la autora, cuyo trabajo sigo muy de cerca y de cuya profesionalidad no tengo duda, sino por el concepto del libro en sí. Me explico. Pienso que los libros que muestran a los lectores cómo hacer algo deben estar sustentados por una dilatada experiencia. No digo que Ana González Duque no la tenga; lleva bastante metida en estos jardines, ya ha publicado dos libros de fantasía, dedica buena parte de su actividad a este género y además es una lectora voraz de todo lo que huela a magia y fantástico. Aun así, pensé que se trata de una autora todavía joven a la que le quedan muchos libros por publicar. Mi yo más cuadriculado me dijo que no iba a ser suficiente para un manual. Por fortuna, me equivoqué.
Antes de nada, y puede que a alguno le pueda parecer una perogrullada, pero he de decir que Cómo escribir fantasía cumple un requisito indispensable: es claro, directo, expone conceptos de forma ordenada, ágil y amena. En resumen, es un libro fácil de entender. Lo digo porque a veces a los autores de este tipo de libros se les olvida que, aunque ellos sepan mucho de la materia en cuestión, sus lectores no, y por eso todo debe de quedar meridianamente claro. Así que primer punto a favor.
La fantasía es un género caracterizado por una sola cosa: la suspensión de la incredulidad. Ese término, acuñado por el filósofo Samuel Taylor Coleridge, viene a decir que al leer fantasía aceptas como ciertas las premisas en las que se basa la ficción, aunque sean imposibles, siempre y cuando tengan una coherencia. Digamos que la suspensión de la incredulidad es un toma y daca por el cual el lector accede a dejarse asombrar temporalmente a cambio de que le entretengas. Por ejemplo, si queremos disfrutar de Harry Potter, tenemos que creernos que existe un mundo alternativo para el que solo somos muggles.
Desde su mismo comienzo, Cómo escribir fantasía se muestra como una obra fiable. Por un lado, trata los aspectos formales más comunes de cualquier proceso de escritura de una novela, independientemente de su género. Empezando por el principio, nos encontramos con la planificación —me encantó el concepto que yo hasta entonces desconocía de «escritor jardinero»—, estructura, personajes, diálogos, narración o la realización de la escaleta. Estos episodios, aunque no están todo lo desarrollados que podrían, por sí solos valen oro para los autores menos experimentados, no importa si estos buscan desarrollarse en la fantasía o no.
Y por el otro lado, y es para lo que, en principio, los interesados en este libro van a acudir a consultarlo, la parte centrada únicamente en la fantasía propiamente dicha es, sencillamente, genial. Ya no solo estamos hablando de cantidad, que es mucha —de dónde sacar las ideas, worldbuilding, clichés, reglas de la magia o criaturas mágicas— sino también de complejidad y profundidad. Estos distintos temas son tan importantes que, por sí solos, bien podrían tener su propio manual. No me parece mala idea que Ana González Duque lo haga en el futuro. Yo la animo a ello, desde luego.
Sembrando detalles como si fuesen habichuelas mágicas
Otra de las cosas que más llaman la atención de este librito es que, a pesar de su reducido tamaño, esconde tras sus páginas información procedente de una enorme cantidad de otros libros. No ya solo otros manuales de escritura, sino novelas fantásticas. Podríamos decir que Cómo escribir fantasía es un compendio de información condensada y catalogada para hacerle más fácil la tarea al lector. El texto está cuajado de ejemplos, de clásicos y obras nuevas, de autores foráneos y de la casa, de géneros más duros y otros más amables. Cualquiera podría tener acceso a esa información, pero sería en bruto y en un buen puñado de libros. Puedes empezar ahora mismo, que te queda un trecho.
Cuando resumimos en dos o tres frases nuestra novela, ese resumen debe cumplir cinco características para que se considere un high concept:
Debe ser original y único: en tres frases, la premisa debe capturar la esencia de la historia y mostrar que es original con respecto a todo lo escrito hasta el momento. Vamos a ver, no estoy hablando de reinventar el fuego sino de intentar añadir un giro o un gancho a tu historia que la convierta en algo que pueda atraer al lector. Por ejemplo: El dios asesinado en el servicio de caballeros de Sergio Morán cumple la definición de high concept ya en el título.
Debe tener un […]
Y como la función de esta obra no es otra que ayudar a encontrar soluciones a los problemas que se les pueda presentar a los escritores, cierro esta reseña comentando algo que no debería faltar en un buen manual: ejercicios prácticos. Estos detalles terminan de completar una obra redonda. Es posible que se quede un poco corta para escritores más experimentados, pero es una perfecta iniciación a la escritura de este género tan amplio.