(Gabriel García Márquez, in memoriam)
En Libros Prohibidos siempre hemos abogado por las lecturas de calidad, independientes, que buscan algo más que un buen resultado económico. Por ello siempre hemos tratado de denunciar los abusos de ciertas editoriales (casi todas), que buscan convertir al mundo de la literatura en un negocio. Como nosotros sabemos que no es así, que los libros deben ser concebidos exclusivamente como arte, hoy vamos a exponer aquí nuestros motivos por los cuales echar mano al libro clásico, al de los maestros, especialmente a los que nos tocan más de cerca, los más recientes (segunda mitad de siglo XX)
1) La fama les llegó por su calidad, no por publicidad
Aunque se podría decir que tuvieron la mejor de las publicidades cuando algo es realmente bueno: el boca a boca.
2) Si te enganchan no es debido a ningún truco
No es ningún mito: existen trucos para mantener al lector enganchado a un libro. Algún día postearemos sobre esto. Sin embargo, cuando un clásico te atrapa es simplemente porque la narración fluye, porque la puesta en escena es magnífica, porque los personajes son interesantes, en definitiva, porque es un pedazo de libro y tú un privilegiado por poder disfrutarlo.
3) Siempre te hacen pensar
Las ideas expuestas tienen como finalidad llegarte al alma, remover tus emociones, llevarte a los extremos de tu propio conocimiento. Todo para conseguir una mejor expresión de las ideas. Por ello:
4) Sirven de inspiración a tus autores favoritos
Todos leemos best-sellers y/o similares, sin embargo los escritores del futuro leen a los grandes maestros, de los cuales aprenden sus formas de expresión. Los buenos escritores siempre buscan mejorar el legado de los mejores autores que tienen en sus bibliotecas.
5) Ayudan a articular el lenguaje de las siguientes generaciones
El lenguaje es algo vivo, en constante cambio y evolución. Hoy en día, en nuestro mundo del entretenimiento que se encuentra copado por los Medios de comunicación e internet, la lengua tiene este nuevo referente para mostrar sus cambios. Así, las nuevas palabras y jergas con todo tipo de procedencias llegan al gran público a gran velocidad. Sin embargo, las nuevas formas de comunicación surgidas en los Medios, beben de los clásicos más actuales. Para hacer la prueba, basta tomar un libro escrito en los setenta, para ver que su forma de expresarse ya anticipaba la forma actual varias décadas antes. Es una aportación muy sutil, pero que va calando poco a poco. Y esto es debido a que:
6) Juegan con las palabras buscando una nueva forma de comunicarse
En su afán por transportar mejor las ideas, buscan nuevas vías para que las situaciones más comunes o cotidianas, fluyan de una forma más armoniosa y fácil. Es esto, bajo nuestro de punto de vista, lo que les hace clásicos y les diferencia del montón. Por ello:
7) Cambian el punto de vista de los problemas de siempre
Porque, no podemos negarlo, las temáticas de libros, películas, teatro, etc, siempre giran alrededor de las misma ideas: el amor, el deseo, el rechazo, la guerra, la muerte, la búsqueda de la felicidad, la soledad, el miedo etc. Sin embargo, los clásicos accionan nuevos engranajes literarios, y buscan nuevos puntos de vista para traer nuevas soluciones a los viejos problemas de siempre.
8) Aumentan tu vocabulario
Así como tu capacidad de articular frases o expresar ideas. Dejando de lado los términos más cultos (que no tienen por qué darse en estos libros) los clásicos están plagados de nuevas formas de comunicación, ya que, como antes habíamos resaltado, juegan con el lenguaje buscando una nueva forma de comunicarse, de hacer llegar mejor las ideas al lector.
9) No buscan gustar
Y si lo hacen es porque su calidad es tan extraordinaria que no les queda más remedio que encandilar, ser eternos. ¿Será ese el secreto?