El viento en el rosal y otras historias de lo sobrenatural

El viento en el rosal y otras historias de lo sobrenatural — Mary E. Wilkins Freeman

Título completo: El viento en el rosal y otras historias de lo sobrenatural
Autora: Mary E. Wilkins Freeman
Título original: The wind in the rose-bush and other stories of the supernatural
Idioma original: Inglés
Año: 1903
Editorial: La Biblioteca de Carfax (2021)
Traducción: Shaila Correa
Género: Libro de relatos (Terror)—

El viento en el rosal y otras historias de lo sobrenatural es un recopilatorio de relatos de terror de la autora norteamericana Mary E. Wilkins Freeman.

Mary Eleanor Wilkins Freeman nació en Massachusetts en 1852. Considerada como una de las últimas grandes autoras de género, cultivó, además del relato sobrenatural, historias juveniles e infantiles, poesía y otros relatos de ambientación costumbrista.

Con una mención especial en su interesante prólogo a las mujeres escritoras, olvidadas y en ocasiones denostadas por su género, La Biblioteca de Carfax edita El Viento en el rosal y otras historias de lo sobrenatural. Este recopilatorio de relatos de lo misterioso y terrorífico nos presenta seis historias en las que se experimenta la duda y el temor a lo desconocido e inexplicable. ¿De dónde viene esa música? ¿Qué hace ahí ese vestido? ¿Quién ha llamado a la puerta?

Wilkins nos introduce con gran acierto una combinación del género sobrenatural y gótico con el realismo doméstico. En la obra se tratan temas tan relevantes y actuales como la pérdida, el dolor y la crueldad humana. Un recopilatorio que no dejará a nadie indiferente.

Ese rosal se está moviendo

Rebecca Flint viaja a la casa de su cuñado para recoger a su sobrina, pero una serie de eventos inquietantes le indican que algo no anda bien en aquel lugar. ¿Por qué Agnes no está en casa?

Mientras hablaba, Rebecca sufrió un gran sobresalto que le hizo olvidar su resentimiento, pues ocurrió un hecho excepcional. De repente, el rosal se agitó con violencia, como movido por una ráfaga de viento, a pesar de que era un día extraordinariamente apacible. Ni una sola de las hojas de las hortensias de la terraza, cerca del rosal, se estremeció.

Con «El viento en el rosal», relato que da título a la obra, arranca este recopilatorio de relatos de terror clásico. Seis historias que nos sumergen en la permanente duda entre lo real, lo imaginario, y lo que viene del más allá.

A través de un ritmo ágil pero preciso, Wilkins nos presenta una serie de situaciones angustiosas que nos hacen pensárnoslo dos veces antes de volver a acercarnos a un solar vacío o a un armario que se abre solo.

Y es que la autora estadounidense consigue, sin abusar de los recursos propios del terror clásico, que vivamos el miedo que experimentan sus personajes de forma intensa y personal. ¡Casi podemos oír ese piano que suena solo en nuestro propio salón!

Cuando es mejor quedarse a oscuras que encender la luz

La obra continúa con «Las sombras en la pared», un relato que inserta un nuevo temor que asociar a la noche: el miedo a la luz, ya que esta genera unas inquietantes sombras en la pared que tienen mucho que ver con los integrantes de la familia protagonista. Una forma de llevar las desavenencias familiares al plano de lo fantasmal.

Y aunque su casi exclusiva forma de diálogo y su oscuro desenlace harán las maravillas de los amantes de lo misterioso, no podemos dejar de destacar «Luella Miller», el relato que viene a continuación, y el más famoso de la autora.

Luella Miller es una joven con un extraño magnetismo que hace que las personas que la rodean no puedan hacer otra cosa que trabajar por ella hasta la extenuación. ¿Podrá alguien eludir su influencia?

Huéspedes eternos y coladas fantasmales

Tras dejar atrás esta extraña historia de vampirismo psíquico, pasamos a «La habitación sudoeste», en la que podemos sentir en nuestras carnes el roce que deja la anterior inquilina de una casa de huéspedes, que parece no abandonar nunca la habitación, a pesar de haber muerto. ¿Se trata de verdad de un fantasma o es la mera sugestión de los habitantes de la casa?

En todas las historias del recopilatorio, salvo en «El solar vacío», protagonizada por la familia Townsend, los personajes principales son mujeres que se alejan bastante del convencionalismo de mujer soltera de la época. De esta forma, la autora pretende demostrar sus valores feministas, desafiando las ideas de su época al otorgarle un rol destacado a sus personajes femeninos.

En el quinto cuento del recopilatorio se presenta a los Townsend, una familia perseguida por una maldición que les acecha en el lugar que menos esperaban. Tras la lectura de este cuento, te vamos a dar un consejo: tiende la ropa en tu propio patio. ¡Es por tu bien!

Los Townsend se quedaron justo antes de la valla de toscos tablones que separaba el solar de la calle y contemplaron con asombro y horror, pues Cordelia había dicho la verdad. Todos ellos vieron lo que había descrito: la sombra de una mujer extremadamente delgada que se movía por el suelo con los brazos alzados, y la sombra de prendas anodinas que aleteaban de una cuerda borrosa, pero cuando alzaron la mirada para buscar la esencia de esas sombras, nada había para ver salvo el cielo claro y azul de octubre.

Por último, queremos hacer una mención especial al último cuento de la obra, ya que «El fantasma perdido», una historia que mezcla el maltrato infantil con el terror, no será fácilmente olvidada tras su lectura.

Y es que, lo que empieza como una simple conversación entre amigas, encierra la terrible historia de un fantasma perdido que es no capaz de encontrar eso que tanta falta le hace. Te avisamos: su final te conmoverá.

Durante todo el tiempo podía oler el frío y me di cuenta de que provenía de la criatura; aquel frío se aferraba a ella como si hubiera salido de algún lugar gélido y mortal.

No hay ni uno solo de estos seis relatos que sobre en esta obra. Todos ellos ponen sobre la mesa nuevas formas de temer a lo que no podemos darle explicación, y sobre todo, la inquietud de mirar dos veces la próxima vez que pasemos delante de una casa que tenga un solitario rosal en su entrada.