Buena parte del imaginario de la ciencia ficción es áspero, o al menos la forma en que históricamente se ha promocionado. El resultado es que muchas veces no leemos ciencia ficción porque mentalmente nos supone un esfuerzo pensar en hacerlo. ¿Y si no lo entiendo? ¿Y si es espeso? ¿No es un género muy carca? No a todo. En ciencia ficción, como en cualquier género, hay textos sesudos, complejos, largos y que requieren muchas neuronas encendidas, pero también los hay cortos, ligeros y que narran aventurillas entretenidas. La saga de Escuadrón de Sanderson es un buen ejemplo, pero ya estamos hablando de una saga, varios libros, un compromiso a medio plazo y, además, juvenil (en algunos casos eso ya supone una barrera mental).
Si quieres entrar en la ciencia ficción de una manera cómoda y fácil, te propongo Light Chaser (Surcaluz en su edición en castellano de Red Key, o Cercallums en su edición catalana de Chronos), una obra corta, ligera y con un tono que logra que empatices con su protagonista desde el primer momento y, a la vez, que quieras saber cómo avanza la historia. Y es que Light Chaser comienza con un cliffhanger, desde el principio conocemos el final, pero no tiene sentido, no con lo que conocemos. Llenar los huecos se convierte en un proceso lógico, muy bien presentado y en el que no hay prácticamente maniobras forzadas.
Amahle es una surcadora de luces, una viajera del espacio, inmortal y encargada de viajar por el universo visitando planetas donde la humanidad ha logrado terraformar y desarrollarse (con ciertos puntos delicados que vamos conociendo). Su labor es revisar que todo esté correcto y, sobre todo, recoger unos collares que pasan de generación en generación entre algunos afortunados y que dejan constancia de todo lo que han vivido. Amahle es, pues, una repartidora con una ruta muy larga; llega a un planeta, regala cuatro tonterías a cambio de sustituir los collares antiguos por nuevos, es tratada casi como una deidad y se marcha al siguiente punto de su ruta. Una especie de señora de SEUR a la que esperamos con los brazos abiertos y bien arreglados.
De partida esto ya resulta interesante, es curioso ver cómo la gente la recibe y de qué manera se convierte en una figura mística cuando realmente es alguien bien vulgar. El punto de vista desde el que la percibas es lo que cambia lo que es. Para los habitantes de esos planetas es una excepción que llega cada varios siglos y señala a las familias que recibirán sus dones; para sus jefes, Amahle es una curranta inmortal que repite una y otra vez la misma acción y les reparte diarios de gente lejana. Para Amahle, como vamos descubriendo, la vida se convierte en algo de lo que apenas guarda recuerdos y cuya rutina ha hecho que la inmortalidad sea solo algo muy largo en el que el día de la marmota se repite una y otra vez.
Todos estamos atrapados de una manera u otra, y somos incapaces de liberarnos. A menos que nos rebelemos de verdad.
Pero es que Light Chaser realmente no va (solo) de eso, uno de esos collares esconde una semilla, un mensaje, algo que trastoca todo en lo que ella se sustentaba. Alguien se dirige a ella de una forma extraña y críptica. Resolver ese misterio se convierte, por fin, en algo que da sentido a su cotidiano y que cambiará las relaciones que le rodean y el status quo en el que cree. Y es, para el lector, lo que le atrapa y hace que todo el contexto cobre sentido.
Este libro es, sobre todo, algo muy entretenido, donde los protagonistas están bien dibujados y tienen una personalidad marcada (incluso aquellos que no son humanos) y nos llega con una traducción ágil (de la mano de Jesús Cañadas en castellano, que es la lengua en que lo he leído) que te mete en la historia desde el primer momento. En 150 páginas logra dibujar un entorno entendible y propio, explicar claramente las normas de juego de ese futuro que presenta y meter una trama que despierte curiosidad y que tenga suficientes recovecos para que no parezca un relato largo.
Si te da miedo la ciencia ficción, si buscas una aventura muy divertida y rápida y si te da miedo lo que las máquinas nos puedan hacer (cachis, ya lo he dicho), Light Chaser es tu título. Es fácil que se convierta en una de esas novelas a las que recurras cuando quieras un lugar seguro, confortable y necesites que te entretengan con un cuento muy bien contado.
En castellano
Título: Light Chaser – Surcaluz
Autores: Peter F. Hamilton – Gareth L. Powell
Traductor: Jesús Jiménez Cañadas
Ilustración cubierta: Andrés Sáez
Año: 2023
Editorial: Red Key Books
Género: Ciencia ficción
En catalán
Título: Cercallums
Autor: Peter F. Hamilton – Gareth L. Powell
Traductor: Lluís Delgado Pico
Ilustración cubierta: Andreu Zaragoza
Año: 2023
Editorial: Chronos
Género: Ciencia ficción
Hazte con un ejemplar de Surcaluz aquí y de Cercallums aquí.
¿Quieres conocer más libros de ciencia ficción? Hazte mecenas de Libros Prohibidos para que podamos seguir con nuestra labor sin recurrir a publicidad. También puedes colaborar de forma puntual a través de Ko-fi.
Y si quieres conocer más sobre nosotros y estar al tanto de todas nuestras publicaciones y novedades, síguenos en Twitter e Instagram.