Título completo: Ocupar Wall Street. Indignados en el epicentro del capitalismo mundial
Título original: Occupy
Idioma original: Inglés
Año: 2012
Editorial: Zucotti Park Press / Tendencias Editores
Traducción: Javier Fernández de Castro
Género: Ensayo – Entrevista
Valoración: Está bien
La llegada de este libro a nuestras manos, enviado por la editorial Tendencias (del grupo Ediciones Urano) no podía ser más oportuna. Estos días andamos celebrando el quinto aniversario del 15M, un conglomerado de movimientos sociales que se fusionaron en una sola voz el 15 de mayo de 2011 con una acampada en el centro geográfico de España: la Puerta del Sol de Madrid. La causa principal de este movimiento fue la crisis económica en la que se veía sumergido todo Occidente (y que afectaba -y afecta todavía- de forma especial a España). Entre los muchos antecedentes que explican el surgimiento de la acampada del 15M, siempre se cita un libro, ¡Indignaos! (que en España prologó José Luis Sampedro): un manifiesto que sirvió para bautizar a los simpatizantes del 15M como “indignados” y en el que Stéphan Hessel, ex-combatiente francés de la Segunda Guerra Mundial y co-autor de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, mostraba su descontento por el rumbo que había tomado el mundo desde que él luchara por hacerlo mejor más de 50 años atrás.
Al final, la acampada de Madrid “sólo” duró un mes, pero su voz nunca se apagó, y su eco ha estado rebotando por todos los rincones del mundo desde entonces. El rincón más famoso al que fue a parar este eco fue Wall Street, en Nueva York, que no es el centro geográfico de nada, pero sí el núcleo del poder económico y financieron mundial; el corazón podrido, para que nos entendamos, de una gran manzana que antes nos parecía perfecta y radiante en su exterior, pero que ahora ha empezado a mostrar a ojos de todos (gracias al 15M y a movimientos asociados) su podredumbre. Tan solo cuatro meses después del comienzo de las acampadas en Madrid, en toda España, en Europa y en muchas otras partes del mundo, comenzó el movimiento Occupy Wall Street. Es decir, se empezó a extender por Estados Unidos (el epicentro del terremoto financiero de 2008-20¿?…) el virus de la indignación: el 99% empezó a decirle a gritos al 1% que ya estaba bien. Y una de las personalidades públicas estadounidenses que no quiso perderse estos acontecimientos fue Noam Chomsky, quien, con más de 80 años, no es sólo el lingüista más famoso del mundo (y hacerse famoso siendo lingüista ya tiene mucho mérito) sino el pensador y activista político de izquierdas más respetado en su país. Así que allí se plantó, en la acampada de Boston del movimiento Occupy, para dedicarles unas palabras de aliento y apoyo a los allí reunidos y allí indignados (como ya había hecho en Madrid el también carismático, aunque no tan famoso, Agustín García Calvo).
Ése es el origen de este libro, que recoge varias conferencias y entrevistas de Noam Chomsky, procedentes de los primeros meses del movimiento Occupy y centradas en su opinión sobre la relevancia política e histórica del movimiento y sobre los siguientes pasos que éste debería dar. En primer lugar aparece el discurso original que dio en Occupy Boston, junto con las preguntas que le hicieron algunos de los manifestantes y sus respuestas. Después dos entrevistas, una hecha por un estudiante universitario y otra realizada a partir de preguntas que los simpatizantes de Occupy habían planteado previamente por internet. Por último, aparecen las transcripciones de una mesa redonda en la que participó Chomsky centrada en la pregunta “¿cómo ‘ocupar’ la política exterior estadounidense?”, junto a un breve texto final en homenaje a Howard Zinn, a quien Chomsky considera “el gran activista e historiador norteamericano” y que no llegó a ver el movimiento Occupy, aunque fue una de sus grandes influencias.
La naturaleza compiladora de este libro hace que sea, necesariamente, algo repetitivo, pues Chomsky vuelve una y otra vez sobre los mismos argumentos en sus charlas o en sus respuestas a las preguntas (que en algunos casos también son muy similares entre diferentes entrevistas). Las referencias continuas al 99% y al 1% (“precariado” y “plutocracia”, en términos chomskyanos) son inevitables, por ejemplo. También hay una especie de mantra que Chomsky repite muy arcertadamente en casi todas su intervenciones: para llegar a conseguir todo lo que se está planteando “hace falta una base popular masiva”, es decir, “ocupar la corriente principal de opinión”; no basta con ser unos pocos cientos de miles. Y es que uno de los aspectos más interesantes del libro es la voluntad de Chomsky de dar un baño de realidad a los demasiado ilusos, a los que esperaran unos efectos inmediatos del movimiento Occupy. Insiste varias veces el autor en que el éxito de todos los movimientos sociales populares surgidos a raíz de la crisis económica pasa por su continuidad en el tiempo y por su capacidad de crear redes de comunidades cooperativas que sean capaces de subvertir, a largo plazo y desde abajo, las estructuras tradicionales de poder del capitalismo. También resulta muy interesante la visión histórica que Chomsky aporta en varios momentos del libro, poniendo la crisis actual en contexto, enlazándola con la Gran Depresión o con la Guerra Fría y haciendo hincapié en que no se trata de un evento histórico aislado, sino de la consecuencia de muchas décadas de infames políticas financieras, económicas y sociales.
Así como uno de los pilares sobre los que se levantó el 15M fue aquél libro de Hessel, este libro de Chomsky parece haber querido actuar en Estados Unidos no como revulsivo previo sino como acicate posterior. Independientemente de que consiguieran realizar ese objetivo o no, estas pocas páginas son, cinco años después de aquella primavera, un buen recordatorio de lo que todavía nos queda por avanzar. Además, también son una buena invitación a reflexionar acerca del papel de los libros (ésos cuya extinción tanto se presagia) como “armas cargadas”, que al fin y al cabo es el lema de nuestra web.