Como comienza a ser tradición en Libros Prohibidos, el pasado diciembre publicamos nuestra lista con los mejores libros independientes de 2016, en una recomendación de lo mejor que había pasado por aquí de lo publicado en ese año. El sentido de este post que estás leyendo no es que nos hayamos arrepentido de la lista anterior, o que hayamos dejado de pensar que esas obras merezcan tal honor. Simplemente es que desde la publicación de ese artículo hemos seguido leyendo obras de 2016. Muchas de ellas son de gran calidad y muy recomendables. Por eso mismo, para ser más justos, traemos aquí esta otra lista con los otros mejores libros independientes de 2016 (ordenados por la fecha de publicación de la reseña en esta web):
Cuentos desde el otro lado (Nevsky). Antología de relatos de fantasía y ficción fantástica (nueva literatura extraña) coordinado por la escritora Concepción Perea.
Cuentos desde el otro lado inclina de sobra la balanza hacia el lado positivo, además creando una visión general muy interesante de lo que son los temas, formas e intereses que se tocan en la actualidad en el fantástico español
Sin habitación propia (Fundación Uxío Novoneyra / ith Crowdfunding). Libro de poesía de Carmen Moreno.
Tras leer Sin habitación propia habremos leído mucha poesía interesante, agrupada con un criterio original (el del suicidio) y habremos disfrutado de la arriesgada apuesta de Carmen Moreno por recrear la voz agonizante o el contexto opresivo de todas las poetas.
Laberinto Tennen (El transbordador). Novela de ciencia ficción y fantasía de David Luna Lorenzo.
Es muy importante destacar el doble nivel de lectura que contiene; por un lado, Laberinto Tennen puede ser leído como un entretenido libro de aventuras. No obstante, el autor se ha encargado de dotar a su obra de un segundo nivel de lectura, presente en muchas de las escenas y diálogos
Los abismos (Expediciones polares). Novela de narrativa urbana que hunde sus raíces en la segunda mitad del siglo XX. De Iban Petit.
Los abismos es una declaración de amor incondicional a la literatura. Sus protagonistas portan el gen de la escritura y escriben pese a sus circunstancias, como única forma posible de vivir. Este libro, además de estar sembrado de citas y de curiosidades sobre autores y editores, se da el gustazo de utilizar a grandes genios del siglo XX como personajes secundarios.
El alguacil (autopublicado). Novela histórica situada en el Aragón de la Reconquista, de Carlos Pérez Casas.
Me reitero en remarcar la redondez de este libro, su complejidad, su realismo, su calidad, su calado, su sorprendente desarrollo y final. Me parece increíble la edad del autor (no lo refleja en absoluto en su forma de escribir) y que este libro no esté publicado en una buena editorial.
El día del dragón (Naufragio de letras). Libro juvenil de fantasía y humor escrito a cuatro manos por Gabriella Campbell y José Antonio Cotrina.
No es un libro para adultos propiamente dicho (lo siento, gente seria). Es una obra de fantasía y magia llena de humor absurdo y situaciones más bien chorra, sí, de acuerdo, pero con una capacidad de divertir solo al alcance de los más locos autores
La casa de las arenas movedizas (Orciny Press). Novela de género bizarro de Carlton Mellick III.
Novela notable por original y bien contada. La mejor forma de comprobar que el bizarro no es un cajón de sastre donde englobar toda obra weird o inclasificable, sino una fórmula química muy bien pensada, con los ingredientes justos para obtener una rara y preciosa aleación
Entre malvados (Páginas de espuma). Colección de relatos tendentes a la parte más sádica del ser humano, por Miguel Ángel Muñoz.
No es ningún canto a la bondad humana. Siempre nos vamos a encontrar la cara más cruel de nuestra especie, ya sea en un hecho puntual, como de forma generalizada; sí, nosotros como criatura, crueles como solo los humanos podemos llegar a ser.
Alma 2718 (Grieta). Novela de ciencia ficción especulativa, de Javier Font.
Podría parecer que Javier Font ha creado un intrincado laberinto narrativo, pero lo que en realidad ocurre es que suelta a lector en mitad de un mundo de gran complejidad y lleno de matices y que, para colmo, se encuentra ante una inminente tormenta.
Caín volvería a matarte mañana (Baile del sol). Novela de narrativa urbana con tintes de thriller, de Raquel Morán.
No faltan escenas desagradables, violentas, incluso escatológicas, pero están más o menos veladas. Son explícitas, pero están contadas a medias, como si fueran mentira, o como si no se quisiera hablar de ellas. Esto consigue crear una atmósfera de inquietante deseo por conocer el dolor siempre ajeno de los protagonistas
La extravagancia (Siníndice). Novela corta experimental que trata sobre un movimiento literario que nunca existió. De Francisco Daniel Medina.
Esta metanarración y metarrealidad desarrollada por el autor, impacta de primeras al lector, que sin saber muy bien cómo, se encuentra con una historia que busca homenajear de algún modo a Los detectives salvajes de Bolaño.
Despertares (Sportula). Novela corta de ciencia ficción de Felicidad Martínez.
Despertares sorprende por la acertada dosificación de la información. Aunque, a medida que va transcurriendo la narración, la autora nos va dejando a su paso pistas o claves muy sutiles, no es hasta el final cuando somos conscientes de la verdadera realidad.
El invernadero (Baile del sol). Novela de narrativa urbana de Fernando Luis Chivite.
Fernando Luis Chivite se destapa en esta obra como un experto de los tiempos, las situaciones y los personajes. Lleva la batuta de la narración con maestría. Se permite el lujo de jugar con el lector, mareándole con minicapítulos —de uno o dos párrafos de extensión— que en principio nada tienen que ver con lo que está pasando, pero que llenan de color el texto.
Montaña rusa (Vitrubio). Colección de relatos de terror de Fernando López Guisado.
Nos encontramos con historias bastante más complejas de lo que es directamente mostrado en los relatos. Todas y cada una de ellas, incluso las más breves, tienen un trasfondo que las soporta y embellece.
Y finalizamos con Augurio (Paralelo), de David Aceituno, una novela inclasificable, sin principio ni final.
Una de las cosas que más me han fascinado de esta obra es el retrato tan certero que hace de la feminidad. De habérseme preguntado, jamás hubiera adivinado que ha sido escrita por un hombre.
Y hasta aquí nuestro repaso a los otros mejores libros de 2016. No cabe duda de que seguiremos leyendo y reseñando libros publicados en este año, pero no creo que hagamos un nuevo especial con ello. O sí, quién sabe.
Foto de portada: Christoph G