Obra finalista de los Premios Guillermo de Baskerville 2017
Año: 2016
Editorial: Autopublicado
Género: Relato
Valoración: Recomendable
Retratando con propiedad eso que llaman amor
Hoy es uno de esos días en los que me siento a escribir un artículo con gran satisfacción. Y es que me llené de desánimo cuando el siguiente libro que me tocaba leer era de temática romántica y se titulaba Y abrazarte. Por eso la alegría fue doble —o triple—al descubrir entre sus páginas una maravillosa y memorable colección de relatos nada noña, nada típica y sí altamente disfrutable. Pero no adelantemos acontecimientos.
Y abrazarte está compuesto por siete relatos en los que se reflejan siete situaciones amorosas en distintas fases del enamoramiento. Pese a que la autora ha procurado reflejar distintas situaciones en cada uno de los relatos, hay una serie de temas comunes. Algunos son obvios como el romance en sí, pero otros son más sutiles como el paso del tiempo, el proceso del enamoramiento, las segundas oportunidades o la pérdida del ser querido. Y, bueno, otra cosa que los relatos tienen en común es que se trata únicamente de relaciones entre mujeres. También tengo que decir que, como veremos más adelante, la autora no termina de conseguir la absoluta variedad temática y algunos elementos terminan repitiéndose, o al menos, pareciéndose demasiado entre sí.
La descubro bajo los primeros pliegues de la madurez que cercan sus ojos y supongo que ve en mí la misma huella del paso del tiempo que yo veo en ella.
Sonríe. Y sospecho que mi corazón acaba de instaurar un gobierno de facto para hacerse con el control porque, de súbito, soy toda latido.
Para aquel que ya lo esté pensando, lo digo pronto y clarito: Y abrazarte no es un libro de lesbianas para lesbianas. Ni por asomo. Su prosa e intenciones van muchos pasos por delante de semejante afirmación. Es un libro elegante de narración fresca y lectura asombrosamente agradable. No pretende llegar al corazón por las buenas, porque es un libro romántico, en la portada aparece un corazón y es lo que toca. La autora tiene la asombrosa capacidad de captar la esencia del amor sin recurrir a sensiblería fácil ni a tópicos mil veces vistos. Sus armas son muy distintas. Recurre a conversaciones y situaciones libres, que por sí solas se cuelan por los resquicios de la coraza más gruesa y que llegan hondo. También se apoya en un fantástico uso del sentido del humor para conducir las situaciones. Las protagonistas de este libro son mujeres inteligentes, brillantes, ocurrentes, cultas, divertidas, cuya capacidad de enamorar no viene definida por su físico —salvo algún que otro detalle, como ciertos hoyuelos que hay por ahí— sino por el interés que despierta su forma de ser.
Por si lo he estado haciendo por el momento, no quisiera perder oportunidad de manifestar lo muy bien escrito que está Y abrazarte, lo placentera que es su lectura, la capacidad que tiene para encandilar a lectores que, como yo, en principio huimos de obras parecidas. Tanto he disfrutado de la prosa de Clara Asunción García que, desde que se ha generalizado el poner citas en las reseñas de Libros Prohibidos, nunca me había sido tan fácil encontrar las más apropiadas. Y es que casi cualquier pasaje podría servir.
Pues la beso, ea. ¿Qué otra cosa puedo hacer?
Y es entonces cuando sé que estoy perdida. Perdidísima. Porque le gustan las tormentas y los días nublados, los libros de intriga, las películas de ciencia ficción y las series procedimentales; porque se le forman hoyuelos en las mejillas cuando sonríe, y arruguitas muy curiosas en forma de «i» griega en el entrecejo cuando se siente contrariada; y le gusta la tarta de almendra y que el arroz con costra no lleve garbanzos.
Y, sobre todo, porque besa como… ¡Madre, cómo besa! Porque besa como para hacerte olvidar que hay tierra, y polvo, y guijarros, y conductores vociferantes cabreados con la vida, y los lunes y los miércoles (que tela también con los miércoles, tú), y que tienes pies y no alas, y un cuerpo anclado a la carne.
Antes de lanzarnos a hablar de los relatos uno por uno, quisiera hablar de la sensibilidad que, cuando se lo propone, es capaz de alcanzar esta obra. Ya sé que antes comenté que no se trataba de un libro ñoño —y sigo pensándolo—, pero eso no le impide tocar aspectos personales íntimos y concernientes al alma. Y abrazarte se atreve con sentimientos como la pérdida, el amor hacia personas que ya no están, la imprecisión y el sentimiento de vacío por lo que está por venir. Es un libro valiente que recompensa generosamente a sus lectores.
Y abrazarte, y sorprenderte, y envolverte; así hasta siete veces
Y, ahora sí, vamos a hablar de los relatos uno por uno. Y empezamos por el principio: «Fire». En este corte inicial ya nos encontramos con un buen ejemplo de lo que va a ser Y abrazarte: narración en primera persona, tono ácido y chisposo, estilo directo, muy real y muy auténtico. Narra el reencuentro de dos amantes que no se ven desde hace veinte años. Y se vuelven a ver en una de esas reuniones de antiguos alumnos del instituto.
En «Buenos días, mundo», tenemos el relato más corto de toda la colección, donde se muestra una escena de pareja: ambas buscan el momento, la inspiración o la excusa para echar un polvo un domingo por la mañana. Muy natural, intenso, desenfadado.
En el número tres llega el cuento más largo, y aquel que da nombre a todo el libro. Efectivamente: «Y abrazarte». También ha sido mi favorito por varios motivos. Me ha encantado la forma en la que lleva el ritmo de la narración, oscilando entre el presente —para relatar lo que ocurre en el momento— y pasado —para contar lo que guarda la protagonista en su cabeza—. De nuevo, como en los demás, narración en primera persona, sentido del humor, realismo, fluidez y estilo impecable. Pero en esta ocasión, además, añade mayor profundidad en la protagonista alternando lo que muestra y lo que siente, lo que dice y lo que no dice. Una maravilla.
Y aunque el relato anterior deja el listón por las nubes, el siguiente, «¿Te lo puedes creer?», sigue rayando a un nivel muy alto. Divertido y desenfadado —posiblemente el que más—, con una protagonista que es la bomba, pero que no puede evitar caer enamorada en una primera cita. Tal vez nos recuerda demasiado en la narración y forma de expresarse a la protagonista de «Fire», pero es perdonable. Sin embargo, el relato número 5, «Imperator amorosa», sí que acusa la comparación con los anteriores. Es el que menos sorprende y tal vez se parece demasiado a los dos anteriores.
«La mujer en mi corazón» devuelve el ritmo y el interés perdidos con otro cuento cortito, muy gracioso, lleno de arte y salsa. Para finalizar, «Corazón cuarteado» da una nueva vuelta de tuerca al mismo tema que el relato «Y abrazarte». Tanto es así que casi parece una versión distinta del mismo sin serlo. Si hubiera estado en una colección distinta, resaltaría más. También hay que decir que es más sentido, un poco más clásico que la media, pero, eso sí, contado de una forma original.
Sé que sería más fácil, lo sé, decírselo directamente. Pero estoy hablando con el espectro de mi novia, que acuna en la palma de su mano mi roto corazón, y cuando las cosas son así, las cosas se hacen de otro modo.
O tal vez es que yo no sé hacerlo mejor.
Con sus asumibles debilidades y sus visibles fortalezas, este es el tipo de libros que estoy buscando: unos que, perteneciendo a un género muy específico, sepan desenvolverse suficientemente bien como para gustar a todo tipo de público, incluso aquel que reniegue de esta suerte de libros. Esto es buena literatura. Esto es a lo que debería aspirar la mayoría de autores.