Año: 2013
Editorial: Autopublicado
Género: Novela
Valoración: Pasable
Libros autopublicados, ese mundo. Hace poco nuestro colega Javier ya reseñó una de las obras autoeditadas que nos van llegando, y hoy me toca a mí reseñar otra. Me alegro de que vosotros, autores noveles, vayáis confiando en Libros Prohibidos para abriros paso en esta carrera de obstáculos.
Sin más preámbulos, me meto en la reseña. El último deseo del cangrejo es una novela realista, narrada en primera persona por su protagonista, Mateo, un hombre de cuarenta y tantos años al que le es diagnosticado un cáncer que le da un 15% de posibilidades de vivir. En el hospital donde recibe la quimioterapia, conoce a otros dos pacientes de su misma edad, Toni y Julio, que están en una situación casi idéntica a la suya. Pese a las diferentes personalidades de los tres, la situación extrema hace de nexo entre ellos, llevándoles a formar un club privado con un fin concreto: hacer realidad los deseos más ocultos de sus miembros.
He de reconocer que éste es el libro que más me está costando reseñar, ya que, al igual que le pasó hace unos días a Javier con Luna apogeo, a mí El último deseo del cangrejo me crea sentimientos encontrados. Es un libro que quiero que me guste más de lo que en realidad lo ha hecho, y me da rabia. Voy a explicarme.
La novela arranca rematadamente bien. Sus primeras páginas son un torrente de energía y palabras jodidamente bien seleccionadas y directas que, no enganchan, arrastran con furia al lector. Cuando me quise dar cuenta, en la primera sentada ya había devorado el 10% y quería más. Sin embargo, los primeros problemas empezaron a aparecer a partir de entonces. El impulso del principio se fue desinflando sin motivo aparente, algo que yo he relacionado con dos aspectos principales. A saber:
1º Los personajes caen tristemente en clichés: Toni, comercial exitoso sin escrúpulos, macho alfa que toma lo que quiere cuando quiere; Julio, informático geek que vive con su padre y al que se le dan fatal las mujeres; y Mateo, tipo crítico y nihilista que “pone cordura” en el grupo y que, pese a que siempre termina haciendo lo que proponen los otros dos, no los manda a freir espárragos. Es de justicia decir que los tres tienen una curva de evolución aceptable, pero me temo que no es suficiente para hacerles escapar del todo del tópico. Esto hace que los diálogos entre ellos no terminen de resultar 100% creíbles.
2º La trama en sí ya la hemos visto antes. Sujeto x se entera de que tiene una enfermedad que le matará en un lapso de tiempo breve y, lejos de hacer lo que supuestamente debe hacer, se dedica a hacer otras cosas que de ninguna otra manera se atrevería: Breaking Bad, Mi vida sin mí, Ahora o nunca, ATENCIÓN SPOILER Y tu mamá también, etc, etc, etc. El tema está bastante trillado, por lo que, personalmente, quería ver si ocurriría algo realmente fuera de lo común que sirviera para que El último deseo del cangrejo se desmarcase del resto. Pero esto no llega a lograrse, ya que los últimos deseos que aparecen son algo descafeinados: correrse una juerga, volar en parapente, irse de putas…
Ya dije que me daba rabia, pues los puntos fuertes del libro son muchos y de muy alto valor. La absoluta sinceridad de la narración, que pone los vellos de punta, las descripciones desgarradoras y detalladas del proceso de quimioterapia y sus efectos secundarios, o las crudas reflexiones que alcanza el narrador durante el proceso, por ejemplo.
Por lo tanto, este libro no lo puedo recomendar, aunque tampoco puedo decir que lo dejéis de leer. Será, en todo caso, bajo vuestra propia responsabilidad y de acuerdo con vuestros gustos.