Título completo: Lo que no te mata te hace más fuerte – Millennium 4
Título original: Det som inte dödar oss
Idioma original: Sueco
Año: 2015
Editorial: Destino
Género: Novela negra
Valoración: Mejor no
Acabo de terminar la última obra de David Lagercrantz (si de momento no os suena, esperad). En realidad ha sido un atracón, ya que la que es la cuarta parte de la saga Millennium salió hace solo cuatro días. ¿Por qué tantas prisas? ¿Porque soy un superfan de la serie y no podía esperar ni un minuto más para leerla? ¡No! Lo he hecho para evitar que cometáis un grave error, insensatos.
Frans Balder, una eminencia en el campo de la IA (Inteligencia Artificial, que hay que explicarlo todo), de pronto deja su trabajo en USA y se vuelve a Suecia, donde pretende desenmascarar a aquellos que le robaron sus diseños años atrás. Aprovechará para intentar también recuperar el tiempo perdido con su hijo autista de corta edad. Cuando está a punto de contarle sus secretos al investigador Mikael Blomkvist, es misteriosamente asesinado. La principal pista para resolver el caso se encuentra en la prodigiosa memoria fotográfica del niño…
No será la única vez que lo diga, pero si estás pensando leerte Lo que no te mata te hace más fuerte estás a punto de tirar unas cuantas horas (y euros) a la basura. Es una decepción integral a todos los niveles.
Y esto lo digo porque, si eres fan de la saga, no te va a gustar cómo el nuevo autor, David Lagercrantz, habla de los personajes que ya conoces (y que tanto te gustan), dando explicaciones innecesarias, superficiales e incluso erróneas. Ahora, los ya míticos Mikael Blomkvist y Lisbeth Salander pierden definición, se ajustan a tópicos que antes no existían, y toman las decisiones un poco porque sí. Tampoco vas a querer comprobar cómo ese aire sórdido que Larsson daba a cada detalle se transforma ahora en una sucesión de eventos planos y sin gracia.
Si eres un amante de la novela negra, te vas a desesperar ante una acción que avanza en el andador de la abuela. Vas a querer sacarte los ojos con la preocupante incapacidad de crear tensión por parte de Lagercrantz; con la cantidad demostradamente excesiva de personajes (con esos nombres impronunciables que amplian el efecto “socorro, me acabo de perder en la planta baja de Ikea”); con la exageración de subtramas insulsas que dependen en un 100% de la trama principal. Estamos ante un libro lento, pesado, donde la información está en boca de todo el mundo (adiós, giros narrativos).
Si te gusta la literatura en general, te vas a enfadar con una narración torpe que pretende afianzar los hechos pero que es incapaz de convencer; con unos diálogos al nivel de Rebelde; con un final anodino, predecible, sin gracia y, eso sí, abierto a la llegada de nuevas secuelas; con una descarada proliferación de capítulos de relleno que le dan al libro el tan característico formato de ladrillo jode-bolsos y machaca-espaldas.
Y, si tienes un mínimo de sentido común, te va a cabrear que vendan como una secuela lo que no estaba en los planes iniciales de su autor original (no, Lagercrantz, no eres tú), y que intenta pero no consigue, ni de lejos, hacer honor a sus precursores. Pero, claro, si tienes un poquito de sentido común, te habrás dado cuenta de que algo huele raro si el lanzamiento del libro tiene lugar el mismo día en todos los países y en todos los idiomas, una técnica, por cierto, muy del estilo de este otro despropósito literario que comentábamos hace poco. ¿Alguien tiene miedo de que se sepa demasiado pronto que la tan anunciada obra resulta que es un fraude?
Aun a riesgo de resultar repetitivo, no quería dejarme en el tintero dos últimas cosas que me parecen definitivas (y que resumen la frustrante experiencia que ha sido leer esta novela). La primera es que en esta cuarta parte asistimos a la metamorfosis completa de Lisbeth Salander en Trinity de The Matrix. Y la segunda es que la narración de Stieg Larsson no se puede imitar así como así. Él sabía darle emoción a la trama, interés a los personajes, y cuando narraba algo SIEMPRE parecía real (aunque se lo estuviera inventando). De verdad, sacar más libros de una saga cuyo autor no puede continuar, como ya denunciamos aquí en su día, es una forma atroz, repulsiva y vergonzosa de hacer negocio.
Y como ya prometí que haría, me reafirmo: si estás pensando leerte Lo que no te mata te hace más fuerte, de David Lagercrantz, estás a punto de tirar unas cuantas horas (y euros) a la basura. Es una decepción integral a todos los niveles. Advertido quedas, insensato.