Título completo: Entre monstruos. Historia de una vida
Año: 2015
Editorial: Donbuk
Género: Autobiografía
Singular para una vida, común para la literatura
Tengo la firme convicción de hacer siempre la crítica de los libros que me llegan en papel porque entiendo el gasto realizado por la editorial o el autor y porque valoro el esfuerzo y las ganas de aparecer en la web. Me siento agradecido por ello, de hecho. Sin embargo, esto no es siempre posible. En muchas ocasiones, ante una lectura que no me está gustando y que por su número de páginas preveo larga y tediosa, aviso al interesado de que prefiero parar y así evitar posibles malas reseñas. Este casi fue el caso de Entre monstruos.
Entre monstruos es la autobiografía de Johannes Otter-Wiesel, un hombre que desde pequeño sufrió diferentes abusos físicos y psíquicos por parte de sus allegados. En esta obra nos cuenta cómo fueron sus experiencias y los efectos traumáticos que todo esto tuvo en su posterior vida de adulto.
La primera pregunta que surge al leer esta premisa es, efectivamente, ¿quién es Johannes Otter-Wiesel? No tiene página web ni blog y tampoco hay registro de ningún perfil en redes sociales bajo ese nombre. ¿Es esto importante? Bueno, para lo escritores y demás artistas y creadores es recomendable tener canales para dar a conocer su obra, pero no es obligatorio. No obstante, si tu único libro trata sobre tu propia vida, lo más normal es que exista alguna referencia. Con todos mis respetos, pero ¿por qué si no alguien debe leer algo de la vida de una persona que no conoce de nada? El principal aliciente de una biografía es la persona sobre la que trata la historia.
Posiblemente estaréis pensando que hay biografías de personalidades que no eran conocidas hasta el preciso momento en el que decidieron dar a conocer su historia. Y tendréis razón, como se puede ver en el ejemplo de Nujeen Mustafa. Y sí, en Entre monstruos se narran auténticas barbaridades que duelen solo de leerlas, pero, para ser sinceros, es una historia que —por desgracia—hemos visto ya en múltiples ejemplos de la literatura universal, contados de forma magistral. La temática de este libro, por cruda que sea, no es suficientemente potente ni innovadora como para llamar la atención por sí sola.
Para finalizar, el formato elegido tampoco ayuda. La autobiografía de una persona que no se conoce de nada, a quien no se le ha leído nada previamente, de quien no hay referentes por ningún sitio, es todavía menos atractiva en un libro más bien grueso —462 páginas—, de hoja blanca, mal corregido y con la maquetación más básica —justificado y ya—, aunque estos tres últimos puntos son debidos a la editorial, no al autor. Lo siento, pero es el punto de vista de un lector normal y corriente como yo, que no está en los círculos del autor, lo que engloba a la inmensa mayoría de los lectores y, por lo tanto, su público objetivo. Johannes Otter-Wiesel tiene la inmensa suerte de contar con un buen grupo de personas que le apoyan, como se demuestra con que el libro salió adelante gracias a una exitosa campaña de crowdfunding, pero para ser leído más allá de familiares y amigos hay que poner algo más.
Mi propuesta
Ni el objetivo de esta crítica es hacer sangre, ni el mío propio es ser cruel. Si seguí adelante con esta lectura hasta el final fue por mi intención de ser constructivo, de ofrecer algún valor del que pueda servirse su autor y el grueso de los lectores, que al final son los que ponen su dinero y, sobre todo, su tiempo vital en leer. Creo que la publicación de esta obra ha sido un paso en falso, sí, pero no uno definitivo. A continuación, dejo unas cuantas ideas para reconducir la situación a partir de esta misma obra.
- Una novela es siempre más atractiva, cómoda y versátil que una biografía. Por lo tanto, recomiendo al autor que Entre monstruos tenga formato de novela. Puede seguir basándose en los mismos hechos, pero también tiene la libertad de cambiar cosas, agregar nuevas situaciones que agilicen la lectura y ayuden a empatizar mejor con la historia.
- Es cierto que se trata de un relato trágico, pero a lo mejor no es el mejor tono para abordar un libro de estas características. Creo que si no somos capaces de igualar a Dickens, mejor probar otra cosa. El autor demuestra tener sentido del humor, por lo que yo le recomendaría usar un tono más distendido. Es difícil, pero el resultado final será bastante más ameno.
- A todos los autores primerizos con los que trabajo siempre les recomiendo lo mismo: buscar ser concretos, tratar de hacer los libros lo más cortos posible. Es una mejor forma de evitar problemas de narración, va a resultar más fácil de leer, de transportar y —y aquí está el quid de la cuestión— más asequible. En fin, que yo recomendaría que la hipotética novela Entre monstruos nunca pasase de las 200 páginas. ¿Que te dejas cosas fuera? Pues así te guardas balas para una segunda parte.
- Para finalizar, animaría al autor a seguir escribiendo, leyendo, indagando en nuevas formas narrativas. A mejorar, vamos, como hacemos los que peleamos por dedicarnos a esto. Le animo a no dejarlo. Y, ya que estamos, también le animo a ponerse las pilas en las redes sociales.
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Foto del callejón: clairebear83613