Título completo: Las llaves del rey I. Héroes de hacha y martillo
Año: 2014
Editorial: Neverland Ediciones
Género: Fantasía
Valoración: Infumable
Agradecemos a la editorial Neverland el envío del ejemplar, bueno, en realidad no. Con Las llaves del rey no nos hacen ningún favor ni a nosotros, ni a nuestros lectores, ni al autor, ni a ellos mismos como editorial. Sencillamente, y sin rodeos, este libro no está publicable.
Las llaves del rey es una novela de aventuras que arranca con la llegada de unos misteriosos, malvados, desconocidos y poderosos seres al mundo de Zharegron. Al tener noticias de ello, el rey de la montaña decide ir a recoger las llaves que abren las puertas de un antiguo templo, con el que supone que conseguirá vencer la amenaza. El rey decide ir a la peligrosa búsqueda en persona, acompañado solamente de dos de sus guerreros.
No sé si es la intención o no, pero el planteamiento es bastante pueril desde el principio, más propio de un videojuego y/o serie de dibujos animados de los 80, que de una novela. Para este género literario se requiere, además de las ganas, verosimilitud, cosa que aquí brilla por su ausencia. Supongo que Las llaves del rey en su día fue una partida de rol estupenda, pero ni por asomo tiene lo que hay que tener para mantener varias horas a un lector sentado al sillón. No a uno mayor de doce años, al menos.
Y es que resulta que (y de ahí mi mayor enfado) esta obra no parece haber superado ningún proceso editorial serio. No me refiero a correcciones ortotipográficas o de estilo (que tampoco), sino a la profunda corrección profesional que TODA obra requiere. Mientras iba pasando sus páginas, iba viendo uno detrás de otro los problemas típicos de un libro autopublicado, lo que me sorprendió sobremanera, ya que se supone que sí, que tuvo que superar el proceso editorial de Neverland. Pero, o bien ese proceso es leve, o directamente no existe. Y, claro, esto da lugar a un trabajo, a mi parecer, para nada potable. Vamos, que no es un libro sino un lyvro.
No quiero hacer más sangre, y menos con su joven autor, contra el que no tengo nada. Creo que Sergio Fernández tiene una imaginación desbordante, uno de los principales requisitos para un buen novelista. Pero, por el momento, deberá seguir trabajando (mucho) antes de publicar un nuevo título, y rodearse de gente que le ayude de verdad a pulir su trabajo. Y si desea más información sobre los fallos que he encontrado, que no dude en ponerse en contacto conmigo. Mientras tanto, mejor no leerlo.