Título original: Autobiography of a yogi
Idioma original: Inglés
Año: 1946
Editorial: Self-Realization Fellowship
Género: Autobiografía
Valoración: Infumable
Llevo un tiempo pensando en cómo encajar la reseña de este libro en el blog sin levantar ampollas ni herir sensibilidades de la gente religiosa. Voy a tratar el tema de la forma más respetuosa posible en mí, aunque mucho me temo que no va a gustar a los más acérrimos.
Autobiografía de un Yogui es el libro que narra la peculiar vida de Paranahansa Yogananda, yogui hindú que trajo el Kriya Yoga a Occidente. En este relato, Yogananda nos cuenta cómo eligió el camino espiritual, sus encuentros con otros místicos de la época (primera mitad del siglo XX) como Teresa Neumann, la mujer santa alemana que se dice que vivió sin comer desde los trece años hasta su muerte a los catorce, o el santo hindú Sri Anandamoyi Ma. También estuvo en contacto con científicos y otros personajes influyentes como Gandhi, o Rabindranath Tagore. Además, cuenta cómo su misión en el mundo era fundar escuelas de Kriya Yoga por todo el globo, difundiendo así su práctica. Muy especialmente en lugares donde no había tenido oportunidad de llegar antes: USA y Europa.
Supuestamente (y digo supuestamente porque quienes me lo recomendaron me dijeron que iba a ser así), este libro debería haberme aportado bienestar, paz e iluminación. Pero debo de ser yo, que me considero más bien anti-religioso, pero la única forma que creo que esta obra podría darme bienestar, paz e iluminación, sería dentro de una chimenea. Y como yo no soy de esos que van quemando libros (ni siquiera tengo chimenea), pues cuando lo terminé de leer me quedé con una sensación de povale en el cuerpo que todavía me espanta cuando lo recuerdo.
Tal vez mi problema con esta autobiografía es que está enfocada desde su misma introducción a formar las bases de una nueva religión. Una más, señores, que no hay suficientes en el mundo. Ya digo que debo de ser yo el problema, que pienso que las religiones se basan en la ignorancia, que han sido un mal del que la humanidad debería emanciparse más pronto que tarde.
Volviendo a la introducción, en ella se dice por activa y por pasiva, se jura y se perjura, que no se ha tocado ni una coma del texto original. La aparición del concepto texto original, ya me hace sospechar sobremanera, ya que si se habla de texto original es porque tiene que existir también un texto apócrifo. Por ello, afilé mis sentidos en busca de cosas raras desde el comienzo. Y voilà, descubrí dos capítulos en particular que, por temática y forma de expresión, parecían bastante diferentes al resto. ¿He comentado ya que tales capítulos, así, de casualidad, entroncan el Kriya Yoga y al mismo Yogananda con la divinidad, y que le dan fundamentos para formar una religión propia?
En fin, no quiero seguir aburriendo al personal con mis locas teorías, que luego me llaman conspiranoico (y me jode bastante). Lo único que puedo recomendar de este libro es mantenerse, cuanto más alejado de él, mejor. Y si se quiere entrar en contacto con la espiritualidad (la propia que quiera encontrar cada uno en sí mismo, no la marcada por los intereses de una religión), vayan y lean Siddharta, del siempre genial Hermann Hesse, que da paz, ilumina, reconforta, está escrito como los ángeles, y además, es cortito.