Idioma original: Inglés
Editorial: Pulpture Ediciones (2020)
Traducción: Sofía Barker
Género: Antología de relatos (fantasía/ciencia ficción/terror)
Obra perteneciente a la sección oficial de los Premios Guillermo de Baskerville 2020
De la inexistencia de las autoras fantásticas y otros cuentos de horror
En 2018 Pulpture Ediciones comenzó una colección de antologías de autoras con el libro Agua en los pulmones, que recogía relatos de terror de Kelly Robson, Lucy Taylor y Ruthanna Emrys, seleccionados y traducidos por Sofía Barker. Dos pieles es la continuación de este proyecto que tiene como objetivo acercar al público hispanohablante la obra de autoras contemporáneas de lengua inglesa, quienes a pesar de ser conocidas en los circuitos de la literatura de género y haber recibido importantes premios y nominaciones, resultan prácticamente ajenas para los lectores de España.
Barker recopila en esta ocasión cuatro relatos de cuatro autoras que comprenden los géneros de la ciencia ficción, el horror y la fantasía oscura. Son variados no solo por sus temáticas, sino por el estilo en que cada uno está escrito; un aspecto que la traducción supo mantener estupendamente, de forma que se detecta en cada caso, con mucha claridad, la voz autoral de cada una de las integrantes del libro. A pesar de esta versatilidad, un hilo conductor recorre la antología y es el tema de las metamorfosis, del cambio de piel, como bien se anuncia en el título.
El volumen abre con un emotivo prólogo de la Barker en que explica lo necesario de este tipo de emprendimientos, que ponen su centro de atención en la obra de escritoras. Pues, por increíble que parezca, a estas alturas todavía hay quien llega a afirmar la escasez de mujeres dentro de los géneros fantásticos:
En este año 2019, en el que los premios Hugo se han entregado a Becky Chambers, Martha Wells, Zen Cho, Alix E. Harrow y Mary Robinette Kowal. Un año después de que esos mismos premios se entregaran a N.K. Jemisin, Martha Wells de nuevo, Suzanne Palmer, Rebecca Roanhorse y Lois MacMaster Bujold… Esa frase, expresada en el momento actual que vivimos, o es una señal de la ignorancia más absoluta, o busca hacer daño.
Necesarios cambios de piel
Así tenemos que el primer relato, «Rehabilitaciones», de la pluma de la norteamericana Susan Palwick, recrea la entrañable historia de dos amigas que lidian, cada una, con una carga muy pesada. Escrito en segunda persona y con un lenguaje directo, en el que priman los diálogos y el humor sarcástico, este relato nos lleva de la mano de Kat y Vanessa, quienes han crecido juntas y compartido sus soledades. Los padres de Vanessa formaban parte de la AA, pero no la AA a la que de adulta tendrá que asistir su hija por sus problemas de alcoholismo; sino una suerte de secta cuyos integrantes aseguraban haber sido «Abducidos por los Aliens». Kat, una chica rara con aparentes trastornos alimentarios, se ha ocupado durante toda su vida de mantener a Vanessa a salvo de sí misma, en un desenfrenado estoicismo que llegamos a juzgar improbable o, al menos, injusto. Es un relato sobre la amistad y sobre las renuncias que hacemos respecto aquello que, por naturaleza, se supone que seamos.
Tú (la chica que vive un poco más allá de la carretera con su pareja nº7 de padres de acogida) eres la única amiga de Vanessa aquí en medio de la nada. No tiene que avergonzarse de sus padres contigo, aunque sabes que se avergüenza de ti en el colegio, donde ambas os ignoráis mutuamente. Vanessa trata de congraciarse con los niños guais, algo que nunca funciona porque pueden oler su desesperación. Tú pasas el rato con los otros bichos raros y empollones, los chavales que están tan fascinados como tú con esos ordenadores personales que ninguno os podéis permitir.
«Chesirah» de L.D. Lewis pertenece al subgénero del space opera o el planet romance. Esta autora, también norteamericana, ha sido merecedora de un World Fantasy Award y una nominación a los premios Hugo, por lo que no es de extrañar que entremos con este relato a un worlbuilding más elaborado, en que se nos describen varias razas alienígenas y más de un planeta. La protagonista de la historia, cuyo nombre da título al relato, pertenece a la raza de los fénox, seres que son usualmente capturados por su extrema belleza y esclavizados por razas más poderosas y sádicas. Nuestra fénox, sin embargo, ya está harta de la situación de esclavitud en la que ha transcurrido su cíclica existencia ―los fénox tienen la particularidad de vivir de acuerdo a ciclos de envejecimiento y resurrección en que se levantan de sus propias cenizas, luego de arder, y regresan a la vida―. ¿De qué vale la eternidad o la capacidad de resurrección si se vive enjaulada? Por la estructura de la historia y su final, tal pareciera que Lewis deje abierta la posibilidad de continuar esta trama o, al menos, este universo de seres atormentados, pero dispuestos a luchar por su dignidad.
Eso era todo lo que podía imaginar sobre el fénox libre moderno: desahuciado, ocultándose, lleno de cicatrices tras décadas de sobrevivir en soledad o para hacerse menos hermosos, menos atractivos, y que los compradores no los quisieran. El saber popular hablaba de ellos como antiguos y terroríficos en su momento de esplendor. Los fénox fueron una vez Reyes del desierto. Los Hombres Corrientes acaudalados que ahora eran dueños de los de su raza guardaban estas historias ocultas, recordándolas solo con el detalle suficiente para revivir el orgullo de haber conquistado a tan prosperas criaturas, pero sin darles ideas sobre su verdadero valor.
El relato de Suzan Palumbo ―autora nacida en Trinidad y Tobago, pero residente en Canadá―, «La atracción de la manada», es una relectura y, de paso, una deconstrucción de un mito de los nativos norteamericanos: el de las «mujeres ciervos». Según este, dichas criaturas habitan los bosques y seducen a los hombres que se ven impelidos a robar sus pieles para poder poseerlas. La protagonista del relato habita un territorio limítrofe pues no se encuentra a gusto con su manada, prefiere vivir con los humanos, está enamorada de una; pero la subterránea fuerza de su manada la sigue conduciendo hacia las entrañas del bosque, hacia su identidad dual. El texto, bellamente escrito, da la vuelta a otro de los tantos mitos superficialmente hermosos, pero que esconden en su esencia un pensamiento patriarcal y hasta misógino y posiciona al lector en el punto de vista del antaño monstruo, para hacerlo caer en la cuenta de que se trata meramente de una cuestión de perspectivas.
Entonces, de repente, el aire es más fresco. Me encuentro en el límite del antiguo claro. La oscuridad se ha convertido en una neblina gris. Hay unas figuras con las manos alzadas en el aire, las piernas pateando desenfrenadas. Sus pieles de ante están desparramadas sobre un saliente cercano de roca blanca escarpada. Me acerco a ellas lentamente. Están celebrando el Matutino: una despedida de la noche y una bienvenida al día, cantando con sílabas tan antiguas como los árboles.
Cierra Dos pieles «Bestias fabulosas» de la británica Priya Sharma es una novelette que en 2016 recibió el British Fantasy Award y resultó finalista del prestigioso premio Shirley Jackson. Es una obra exquisita, desconcertante y escalofriante a partes iguales. La cercanía y relatividad de lo monstruoso se toma como centro en ella y trata sobre abusos y aceptaciones desde el prisma de la fantasía oscura. Poco más puedo decir sin destripar las muchas sorpresas que depara la historia, excepto que es un texto escrito con maestría y sensibilidad que se quedará grabado en sus memorias y sus sentidos.
Se movió hacia el lateral del terrario. Me di cuenta de que me balanceaba al mismo tiempo que ella, sintiendo unidad con el movimiento. Era consciente de su cuerpo, cada músculo que se movía bao su piel, su esqueleto mismo. Miré directamente a los ojos negros de la serpiente y pude ver los míos a través de los suyos. El mundo se encontraba en la punta de su lengua bífida; mi curiosidad, el sudor, la amabilidad del tendero, el delicado sabor de los ratones en el terrario detrás del mostrador.
En resumen, se trata de cuatro relatos estupendos que toman a mujeres como protagonistas y las muestran como figuras fuertes, determinadas en recibir lo que ellas saben que se merecen y en relaciones de sororidad con sus pares. Dos pieles es un libro diverso y necesario, cuya lectura, más allá de los momentos de disfrute que propicia, es hoy por hoy, también, un acto de responsabilidad para con la literatura fantástica contemporánea.