El verde entre las sombras, Rodolfo Martínez

por Ana Morán
Hace 2 años
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Título Completo: El verde entre las sombras. El hueco al final del mundo II.
Autor: Rodolfo Martínez
Ilustraciones: PREZ (Ilustración de cubierta); Luccer_art (ilustraciones interiores)
Año: Marzo, 2021
Editorial: Sportula
Género: Novela (ciencia ficción)

El verde entre las sombras es la segunda parte de la tetralogía El hueco al final del mundo, la ambiciosa y fascinante tetralogía de ciencia ficción creada por Rodolfo Martínez.

Las sombras de la Esquirla

Dividida en dos partes, al igual que la entrega previa, El verde entre las sombras continúa las tramas de Ibyra y Klâiner allí donde las habíamos dejado, a la par que abre otras nuevas, sin olvidarse de mostrarnos cómo siguen las cosas en Volkenskap.

Como buena segunda parte dentro de una historia mayor, podemos considerarla una obra de transición, que continúa las tramas previas, sin cerrarlas, a la par que nos muestra más teselas de este mosaico de realidades alteradas. Esto no desmerece su calidad respecto a la trepidante La Simiente de la Esquirla. Aunque esta novela sea más pausada y densa en información aportada a los lectores, nada en ella es superfluo o resulta pesado.

Tampoco confuso. Una de las grandes virtudes de El verde entre las sombras es lo fácil que resulta volver a sumergirse en la trama, incluso sin haber releído previamente su primera parte. Martínez usa las pinceladas justas para recordarnos quiénes son los personajes o situaciones previas, sin ralentizar la trama ni aportar informaciones redundantes. Personalmente, esto es algo que agradezco mucho, pues acostumbro a convivir con una empanada mental del tamaño del Naranjo de Bulnes y a veces me cuesta asociar los nombres con sus correspondientes personajes o escenarios.

En su conjunto, estamos ante una novela redonda; entretenida y bien hilvanada. Si acaso, algunos conceptos relacionados con la Esquirla me resultaron algo densos, pero eso puede deberse más a mis limitaciones que a un demérito de la narración.

Dicho esto, merece la pena dedicarle unas palabras a cada uno de los dos libros en que se divide la historia por separado.

Sumergiéndonos entre las sombras

El libro tercero de la tetralogía, y primera parte de esta novela, enlaza con el final de la historia de Ibyra en La Simiente de la Esquirla. A la par, entremezcla esta con otra subtrama centrada en Baruda, el hermano de la muchacha, y nos descubre qué está sucediendo en Yajim, el lugar donde está enterrada la Esquirla.

Personalmente, esta ha sido mi parte favorita de la novela. Martínez entremezcla las distintas subtramas y puntos de vista con maestría; da a cada una el tiempo necesario para desarrollarse y salta de una a otra con la frecuencia necesaria para que no nos olvidemos de ellas ni perdamos el hilo. Pese a la la delicada tarea de macramé que esto supone, en ningún momento se me hizo confuso el desarrollo de la historia ni dejé de tener claro en qué punto de la misma o escenario estaba.

La negativa del Regularizador Gerente y los Asesores de este a si requerimiento no hizo que Ombi se plantease cambiar sus modales. Si acaso, la convenció aún más de que vivía rodeada de inútiles incapaces de ver el talento cuando les daba en las narices.

Me he encantado también el tono narrativo. Si bien impera la introspección, nunca se hace pesada y me han gustado mucho las interacciones entre algunos personajes, especialmente entre Ibyra y Nají. Además, Martínez demuestra aquí que no es solo un gran autor de ciencia ficción, sino también un avezado creador de historias más tenebrosas, porque nos va dejando con muy mal cuerpo a medida que vamos descubriendo nuevos detalles.

Como guinda del excelente pastel, entre los nuevos personajes, introduce a una secundaria que se ganó rápidamente mi corazoncito. Más que nada porque necesitamos más mujeres maduras a las que les importe una mierda el protocolo o el qué dirán en literatura fantástica.

Entre las sombras y el verde

En el segundo bloque de la novela, continuamos la historia de Klâiner y vemos cómo avanza el proceso de cambio en su antiguo hogar, y las amenazas que acechan a este. Quizá me ha costado más engancharme a esta trama, pero no por ello me ha parecido menos meritoria.

El inicio me resultó algo denso y la parte situada en Volkenskap me ha agobiado en algún momento. Esparce muchas semillas de inquietud destinadas a brotar en próximas entregas, con lo cual todo queda en el aire, y se me atragantaba los puntos de vista de un personaje a quien no trago.

Por otro lado, la trama de Klâiner me ha ido gustado más a medida que avanzaba. En ella asistimos a un viaje de destino incierto, acompañado de nuevos aliados, el que deberá decidir si desea continuar con su objetivo inicial o centrarse en una nueva misión. El trabajo de worldbulding es magnífico, al igual que el desarrollo de los personajes.

Seguía pensando en rescatarla, aunque no estaba muy seguro de que ella quisiera o necesitara ser rescatada. No parecía ese tipo de persona.

En especial, me ha gustado cómo Klâiner pasa de ser el Hereje implacable de Volkenskap a un joven inseguro, que no siempre toma las decisiones más lógicas y puede ser temerariamente confiado. Es la evolución lógica para un personaje que solo ha conocido en una vida centrada en su cruzada personal, no ha visto más mundo que su archipiélago natal y empieza a percibir las múltiples carencias que ha tenido su educación, especialmente emocional. Por tanto, sus fallos, y las ganas de soltarle una colleja que he sentido en un par de ocasiones, son un ejemplo de buena escritura por parte de Martínez.

Lo que queda por venir

Como he dicho antes, la historia me ha dejado con ganas de lanzarme de cabeza a la próxima entrega. También me ha hecho lanzar, en ambos tramos finales, una sarta de cagamentos que Rodolfo Martínez ha debido de oír desde su casa. Pero, sobre todo, me ha dejado con la impresión de que aunque se han abierto nuevos caminos en la historia y todo apunta a que se va a liar una muy parda, el candasín lo tiene todo controlado y bien atado.