Nancy Kress: transhumanismo y postciberpunk

Nancy Kress - Libros Prohibidos

Comienzan los años 90 y el ciberpunk se encuentra en plena forma. El público está enganchado a sus historias sobre bioingeniería y avances tecnológicos que aumentan las capacidades humanas y difuminan la frontera entre persona y máquina. Pero los argumentos distópicos sobre hipercapitalismo, corporaciones omnímodas, sociedades estratificadas con diferencias insalvables y hackers que luchan contra el Sistema iban necesitando una renovación. Era el momento del postciberpunk, y una autora estadounidense iba a encabezar el cambio.

Nancy Anne Kress (1948), redactora publicitaria, probó fortuna en el género fantástico en 1981 y nunca volvió a separarse de él. En 1986 ya estaba ganando su primer Nebula con el relato Entre tantas estrellas brillantes (Out of All Them Bright Stars).  En 1991 publica una novela corta, Mendigos en España (Beggars In Spain), y gana el Nebula otra vez. Amplía el relato hasta convertirlo en una novela, y el fix-up gana el Hugo al año siguiente.

La Trilogía de los Insomnes continúa en 1994 con Mendigos y Opulentos (Beggars And Choosers), y concluye con La cabalgata de los Mendigos (Beggars’ Ride), en 1996.  Esta trilogía atesora uno de los nóvums más potentes y con más implicaciones de la ciencia ficción actual. En particular en lo que refiere al transhumanismo.

Las tres novelas, actualmente, se encuentran descatalogadas en castellano (en su día fueron publicadas por Martínez Roca en la colección Nova). Por lo cual, y a falta de una posible reedición, pueden ser leídas en inglés, en distintas ediciones fácilmente localizables.

Insomnes y Durmientes

La trama de esta Trilogía de los Insomnes abarca ciento veinte años, desde 2008 hasta 2128. Mendigos en España comienza en un mundo donde la ingeniería genética permite crear humanos mejorados y en el que existe una fuente de energía barata, limpia y fácil de obtener, la Energía-Y. Cierto potentado dota a su hija de inteligencia mejorada y otras alteraciones, e incluye una modificación genética en fase de prueba: eliminar la necesidad de dormir. La niña es Leisha Camdem, el primer personaje central de la saga.

Los Insomnes disponen de ocho horas diarias más para estudiar, aprender y formarse. El insomnio tiene un efecto secundario inesperado: el deterioro físico y el envejecimiento derivados del sueño desaparecen. Los insomnes son extraordinariamente longevos y apenas envejecen, manteniendo toda su vida plena salud. Además el gen modificado es dominante y hereditario.

Se abre así una brecha insalvable entre Insomnes y Durmientes. Leisha ingresa en Harvard siendo adolescente y pronto deja atrás a sus compañeros no modificados. El patrón se reproduce en el resto de niños y niñas Insomnes. Se hace evidente que la sociedad ha cambiado: los Durmientes no pueden competir y los Insomnes coparán el mundo empresarial y todos los trabajos más cualificados y de mayor responsabilidad. El homo sapiens ya tiene su sucesor, una versión mejorada de sí mismo, llamada a superarlo y hacerlo desaparecer.

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El ser humano ante su relevo

La reacción de los Durmientes es similar a la que hoy día tenemos hacia los robots: miedo, recelo, desconfianza, rencor, odio. En Mendigos en España surge un movimiento socioeconómico, Dormimos, que reivindica los bienes de consumo fabricados por Durmientes. De peor calidad y más caros que los fabricados por empresas con tecnología Insomne, los productos de Dormimos se compran por ideología. Nancy Kress parece satirizar con el Buy American y otros fenómenos similares.

La postura de los Insomnes hacia los Durmientes va desde el miedo hasta el desprecio explícito, pasando por el extrañamiento. Toda la saga se fundamenta en la premisa de la deuda mutua. Como veremos, en el intercambio justo y equitativo entre personas. Kress especula sobre la posible escala de valores de los posthumanos, diferente a la nuestra. El título, de hecho, procede de una parábola sobre la imposibilidad de dar limosna a todos los mendigos de España, «un país pobre», y cómo estos montarían en cólera y atacarían a quien les negase el óbolo. Para la autora, de todas formas, la ética individual seguirá prevaleciendo sobre la colectiva. A pesar de la presión grupal, las personas, humanas o posthumanas, pueden cambiar la sociedad con sus decisiones individuales.

Finalmente, los Insomnes (o muchos de ellos) se refugian en Sanctuary, primero unas instalaciones terrestres, después una estación orbital desde la que, ahogados por los impuestos leoninos, declaran su independencia de los EUA.

En una vuelta de tuerca al mito del moderno Prometeo, los Insomnes crean a los Superinsomnes, una nueva generación con la capacidad mental de una computadora. La situación final, en la que Jennifer Sharifi, líder de los Insomnes, amenaza a los EUA con un ataque bacteriológico, se resuelve con la intervención de estos Superinsomnes.

Objetivismo y darwinismo social

La saga de Nancy Kress no es pionera en tratar esta cuestión. Slan de A.E. Van Vogt, Mutante de Henry Kuttner, Un anillo alrededor del Sol de Clifford D. Simak o Más que humano de Theodore Sturgeon ya lo hicieron antes. Pero sí es la primera en reflexionar profundamente en las posibles transformaciones sociales que acarrearía la aparición de humanos mejorados, y sus implicaciones a niveles económicos, industriales, demográficos y hasta de relaciones internacionales.

La sociedad occidental del mundo descrito por Nancy Kress está dominada por el yagaísmo, una doctrina creada por Kenzo Yagai, inventor de la Energía-Y. El yagaísmo establece que la sociedad se basa en el intercambio, y que este debe ser en igualdad de condiciones. Quien no tiene nada que intercambiar es un parásito, un mendigo. Por lo que la sociedad debe ser regida por los mejores, por los que más tienen para ofrecer, y no hay sitio para los improductivos. Una mentalidad plutócrata que recuerda sobremanera al objetivismo de Ayn Rand, la misma ideología que propugna el neoliberismo y que abrazaron figuras públicas como Steve Jobs o Jimmy Wales.

Solidaridad o Egotismo

Nancy Kress establece continuos paralelismos entre la posición de Sanctuary con la que llevó a los EUA a declarar su independencia de la corona británica. Esta comparación es deliberada y continua a lo largo del primer volumen. Porque quiere propiciar el debate sobre la solidaridad, por un lado, y el egoísmo que el objetivismo y el neoliberalismo propugnan como virtud, por el otro. La postura de los Insomnes, que consideran que no deben nada al Estado y que son expoliados mediante impuestos, para mantener a personas improductivas, es idéntica a la que sostienen hoy día los think tanks neocon, y que con tanto fervor predicó la mentada Rand.

Pero igual que Jennifer Sarifi y el resto de Insomnes de Sanctuary representan la postura egotista, Leisha Camdem representa la contraria. Toma su ideario de Abraham Lincoln. Promueve iniciativas para ayudar a los Vividores que quieran cambiar su situación, y lo consigue con uno, Drew Arlen, que se convertirá en el Soñador Lúcido, un artista capaz de manipular el inconsciente colectivo. Similar mentalidad se observa en la Superinsomne Miranda Sharifi, nieta de Jennifer, y en la Durmiente Theresa Aranow, que aparece en la tercera novela y representa la caridad de cariz espiritual, cuasirreligioso, del valor de dar a cambio de nada.

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Nancy Kress y las posibilidades del transhumanismo

La autora de la Trilogía de los Insomnes realiza una amplia reflexión sobre la posible convivencia del ser humano con una versión mejorada de sí mismo. Va más allá de un simple enfrentamiento (que sí hay en Mendigos en España, con asesinatos y linchamientos de Insomnes) para imaginar un mundo en el que los transhumanos ponen sus potencialidades al servicio de la investigación científico-técnica y de los intereses económicos.

Los Insomnes desarrollan tecnologías muy superiores a las humanas, las blindan con patentes y acaban copando las relaciones comerciales y los mercados. Posteriormente buscan la seguridad y terminan por apartarse y desentenderse de los humanos, aislándose físicamente. Consideran a los Durmientes un peligro potencial, que les guarda rencor por su superioridad, y los controlan a través del miedo y de la dependencia tecnológica.

Paradójicamente, los Superinsomnes, siendo superiores a los insomnes en todas las áreas, muestran una postura más complaciente con los Durmientes y una mayor sensibilidad hacia sus problemas.  Son críticos con los métodos de los Insomnes y se oponen a ellos. Miranda Sharifi se convertirá en una especie de ángel custodio para la humanidad, brindándoles el Cambio (modificar la química corporal para alimentarse a través de la piel de manera autótrofa) de manera desinteresada.

La saga de Nancy Kress posee una notable profundidad de ideas, y es una muestra de toda la potencialidad de la ciencia ficción social para la reflexión sociológica. Estas son algunas de las cuestiones que trata:

Manipulación, ingeniería social y control de masas

Nancy Kress dedica un espacio considerable de su trilogía a la ingeniería social. Son varios los intentos de manipular a las masas por parte de distintos personajes:

  • Miranda Sarifi emplea a Drew Arlen, el Soñador Lúcido, para que inculque ideas en el inconsciente de las masas de Vividores con sus conciertos, una combinación de recital y luces que actúan a nivel subliminal.
  • En La cabalgata de los mendigos, los Insomnes reparten ciertas jeringuillas rojas haciéndose pasar por Miranda Sharifi. Estas jeringuillas provocan un cambio en la química cerebral, que obliga a los Vividores a agruparse en tríos y les hace temer a lo desconocido.
  • Igualmente, Jenifer Sharifi acude a Serge Strukov, un eminente neurólogo Durmiente, quien desarrolla un neurofármaco que provoca que el infectado contraiga un pánico incontrolable a los cambios e innovaciones. Con ello espera que los Durmientes olviden Sanctuary y no intenten atacarlo o amenazarlo en el futuro.
  • Por último, la Auxiliar Theresa Aranow aprende a modificar toda su estructura cerebral para adoptar otras personalidades, y de ese modo modificar su conducta y vencer sus limitaciones y fobias. A la conclusión de la saga, enseña su habilidad a las tribus de Vividores, para contrarrestar los efectos del virus de Strukov.

Populismo y demagogia

La autora reflexiona ampliamente también sobre la aparición, en momentos de crisis, de líderes populistas. En Mendigos en España tenemos a Calvin Hawke, líder de Dormimos, un demagogo con un ideario de medias verdades y tomado por alfileres, mediocre pero muy astuto. En Mendigos y Opulentos aparece Jimmy Marion Hubbley, un terrorista obsesionado con la Guerra de la Independencia de los EUA, con un discurso engolado y patriotero, que justifica sus atentados (con todos sus daños colaterales) en función de un bien mayor. Ambos son orgullosos y testarudos, carecen de autocrítica y no admiten disensiones a su causa. Sus argumentarios apelan más a lo emocional que a lo lógico.

Renta básica universal

La sociedad de Nancy Kress se divide en tres estamentos. Por un lado, los Insomnes. Por otro, los Durmientes, divididos en Auxiliares y Vividores. En un mundo robotizado y con una energía barata, la mayor parte de la población no tiene función alguna. Se crea una paradoja: los Auxiliares (Durmientes modificados genéticamente con inteligencia, memoria, sentidos y otras cualidades aumentadas) ocupan los cargos políticos y los trabajos cualificados (los Técnicos son la escala más baja de los Auxiliares, y solo poseen modificaciones estéticas). Mientras que los Vividores, durmientes sin modificar y sin ocupación o utilidad alguna, llevan una vida ociosa y abúlica, y se consideran a sí mismos aristócratas. Pues con sus votos mantienen en el cargo a los Auxiliares, que deben garantizar dichos votos con dádivas (comida, ropa, vivienda, transporte, atención médica, entretenimiento).

Nancy Kress está introduciendo una nueva reflexión: la Renta Básica Universal, y sus posibles consecuencias de sostener una masa de población improductiva si no implica ningún tipo de contrapartida. En su mixtificación, los Vividores son vagos, conformistas, presuntuosos e indolentes, carecen de iniciativa y pasan su vida reunidos en cafés viendo carreras de motocicletas. Son despóticos e intransigentes con sus servidores públicos y abusan del sistema, considerándose legitimados para ello.

Excepto por poseer conciencia de clase, son el lumpenproletariado que describió Karl Marx. No hacen nada por cambiar su situación porque el sistema les beneficia. Creen tener todos los derechos y ninguna obligación, y se indignan ante cualquier insinuación sobre trabajar o estudiar.

Bioingeniería y techo de cristal

Las modificaciones genéticas establecen la brecha entre Auxiliares y Vividores, una vez que los Auxiliares viven recluidos en Enclaves. Protegidos por escudos de energía, allí disfrutan de alimentos naturales, clima controlado y todas las comodidades imaginables. Los Vividores no escolarizan a sus hijos (estiman que no necesitan saber leer ni escribir), visten ropas de plástico y comen procesados de soja sintética. Dependen para todo de los Auxiliares, que mantienen un sistema de despotismo ilustrado.

Los Auxiliares cubren las necesidades de los Vividores a cambio de que estos no se inmiscuyan en sus asuntos. Esto les permite legislar a su antojo, mientras los Vividores, ajenos a la política por desconocimiento y desinterés, creen ser los privilegiados de la sociedad.

En Mendigos en España, Kress dibuja el comienzo de la exclusión social por ausencia de modificaciones genéticas. Drew Arlen, Vividor, no consigue integrarse en las escuelas Auxiliares a las que lo envía Leisha Candem. Y no será hasta que reciba una modificación cerebral (ilegal) que desarrolle su potencialidad mental y se convierta en el Soñador Lúcido.

La brecha se extiende al aspecto físico. Auxiliares e Insomnes lucen una belleza canónica, con cuerpos y rostros perfectos. La frivolidad de los Auxiliares (o de sus padres, que eligieron las modificaciones) trasluce en cabellos, piel y ojos de colores imposibles. Mientras que los Vividores son descritos como «feos» y «deformes» por tener físicos que hoy consideramos normales.

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Aislamiento y frivolidad

En La cabalgata de los mendigos vemos que los Auxiliares se han recluido en sus Enclaves, de los que rara vez salen. Allí han caído en una decadencia frívola de vida disoluta y burguesa, buscando emociones en orgías, fiestas desenfrenadas y consumo de drogas. Se puede establecer una analogía con los reductos que forman, en determinados países, los barrios residenciales de clase media-alta, microcosmos a menudo protegidos con vallas y guardas, que los separan de las barriadas pobres.

Robotización e IAs

El mundo de la Trilogía de los Insomnes está totalmente robotizado. Existen unidades médicas, de limpieza, de cocina, de seguridad…  En el tercer volumen, La cabalgata de los mendigos (Beggars Ride, 1996), asistimos ya a la Inteligencia Artificial fuerte. Las fábricas y los automóviles aéreos son autónomos. Los Auxiliares poseen hogares controlados por IAs (que tienen nombre y personalidad), con las que se comunican de modo oral. El villano Strukov tiene una secretaria IA. Se habla incluso de matrimonios entre humanos e IAs.

Nanotecnología

Los Superinsomnes desarrollan una nanotecnología tan avanzada que les permite construir en tiempo récord las instalaciones subterráneas de Edén o levantar de la nada la isla de Huevos Verdes en el golfo de México. Del mismo modo desarrollan el Limpiador Celular, la panacea que elimina cualquier enfermedad o toxina del cuerpo humano, que conduce al ya citado Cambio. Los Vividores cambiados ya no necesitan a los Auxiliares, y el Cambio provoca el mayor vuelco social de la historia de la humanidad.

Terrorismo, guerra bacteriológica y cibernética

A lo largo de la saga se asiste a diversos usos de la guerra química o bacteriológica. En Mendigos en España, Jenifer Sarifi amenaza a los EUA con liberar virus mortales en cinco ciudades del país si no reconocen la independencia de Sanctuary. En Mendigos y Opulentos, el grupo terrorista de Jimmy Hubbley libera un agente químico que destruye el duragem, la aleación con la que se fabrican piezas de todos los aparatos existentes.

Y en La cabalgata de los Mendigos, el virus de Strukov es lanzado en diversos puntos mediante unos artilugios volantes teledirigidos, similares a los actuales drones.

Por otra parte, los ataques y contraataques cibernéticos son constantes en la serie. Lizzie Franzy (Vividora que aparece en la segunda novela, convirtiéndose en personaje principal en la tercera) es una experta hacker, capaz de penetrar en casi cualquier sistema. Se emplean los ataques informáticos para robar datos o desactivar defensas de distintos lugares. El final de la trilogía se decide en gran parte por un sabotaje cibernético.

Internet y el mundo conectado

Nancy Kress anticipa un mundo hiperconectado, con innumerables canales de noticias que ofrecen información en tiempo real, accesible desde terminales ubicuos que se manejan por voz. La Red de Noticias proporciona información y entretenimiento, permite videoconferencias y almacenaje remoto de datos, y servicios en línea que hoy asociamos con Internet, como banca electrónica o extranets.

De hecho la autora emplea literalmente el término hipertexto. Kress especula también con conceptos como los cristales de memoria. O los terminales informáticos portátiles, hoy omnipresentes, no así en 1996.

Nuevos materiales

En la obra de Kress aparecen materiales constructivos como el citado duragem, la piedraespuma o la ubicua espuma premoldeada, un material ignífugo y de gran resistencia empleado para construir edificios.

Drogas recreativas

A lo largo de toda la saga se observa el uso de drogas psicoactivas con fines lúdicos. Comúnmente son neurofármacos, siendo el más popular el Brillo de Sol. Es consumido por igual por Vividores y Auxiliares. En las personas cambiadas, el Limpiador Celular elimina las drogas con rapidez, lo que obliga a consumirlas continuamente. Encontrar una droga resistente al Limpiador Celular es una de los principales objetivos de la industria biotecnológica.

La bioética

En diversos momentos de la saga se introducen situaciones en las que se requieren decisiones bioéticas. Los Insomnes deciden la eutanasia de uno de ellos, tetrapléjico tras un accidente, pues consideran, según su moral, que será una carga para el colectivo. Lo mismo ocurre cuando, por un imprevisto, nace un niño Durmiente en Sanctuary, que no podría aportar al colectivo en igual medida que recibe de él. Nancy Kress expone así las decisiones tomadas desde un esquema de valores diferente al nuestro, basado en el intercambio equitativo y no en la solidaridad.

Globalización y naciones emergentes

Nancy Kress no anticipa un mundo globalizado. Al contrario, es un mundo aislacionista, en el que los EUA mantienen su posición hegemónica mientras conserva sus patentes de la Energía-Y. El gobierno sufre apuros para mantener a su población vividora. Nancy Kress relata que, en otros países que carecían de energía barata, la solución fue eliminar a la población improductiva (En Kenia y Chile, el 70%).

Se cita que solo Italia conserva un régimen socialista, México sigue apareciendo como la meca de la ilegalidad (se realizan modificaciones genéticas prohibidas en los EUA, tanto en personas como en animales). Y el mapa geopolítico ha cambiado, con naciones punteras como la India o China y otras regiones en decadencia como Europa. Por ejemplo, el equipo de eminencias de Strukov es peruano.

Nancy Kress, una autora a redescubrir

En la Trilogía de los Insomnes, Nancy Kress especula sobre el transhumanismo, con todo su potencial y riesgos, sin extraer una tesis o intentar influir en el lector. Simplemente expone un escenario posible, y lo hace con una gran riqueza de matices e ideas de apoyo.

Ciertamente, las tres novelas distan de ser redondas. El paso del tiempo se narra de forma confusa, y determinados personajes desaparecen de la trama sin solución de continuidad. El peso recae casi por completo en los personajes femeninos (Leisha Camdem, Diana Covington, Miranda Sharifi, Lizzie Franzy, Theresa Aranow), mientras que los masculinos, salvo el Vividor Billy Washington, están bastante desdibujados.

Pero obviando las cuestiones puramente literarias, esta Trilogía de los Insomnes es una de las mejores historias sobre transhumanismo de la historia de la ciencia ficción. Una extensa novela-río que anticipa cuestiones sociales que estamos viviendo en la actualidad, y que introduce debates éticos (los limites de la bioingeniería, las relaciones asimétricas de poder, la bioética, el derecho de autodeterminación de los pueblos, la presión de las empresas sobre los gobiernos) que mueven a la reflexión, como debe hacer la buena ciencia ficción social.

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