Título original: 三体
Año: 2006
Editorial: Nova Libros (2016)
Traducción: Javier Altayó
Género: Ciencia ficción
Valoración: Recomendable
Creo que es el primer libro que leo de un escritor chino. Y mi estreno no podía ser con otro género que no fuera la ciencia ficción. El problema de los Tres Cuerpos es la primera parte de una trilogía escrita por Cixin Liu (o Liu Cixin, depende de si seguís el orden chino o lo castellanizáis). Fue publicado por primera vez en nuestro idioma el año pasado, de la mano de Nova, aunque fue escrito en 2006 y publicado en China en 2007. La Trilogía de los Tres Cuerpos la completan El bosque oscuro (2008) y El final de la muerte (2010), cuya publicación está prevista en nuestro país a lo largo de este año, según anunció la propia editorial. Si queréis echar un vistazo a sus portadas, más abajo las tenéis:
Confieso que cuando me llegó a casa el libro, tanto su faja como la contraportada me inquietaron. No me gustan las coletillas del tipo el mejor libro del año, el libro que le hubiera gustado escribir a X o el autor revelación del año, una mezcla entre X y X. Por eso, cuando leí cosas como el libro que ha convencido a Barack Obama y Mark Zuckerberg o una obra en el más puro estilo del gran maestro Arthur C. Clarke, me pregunté si estaría o no ante un producto de marketing puro y duro. No sería la primera vez que un libro era vendido como lo más de lo más sin valer ni para calzar una mesa, así que decidí obviar todos los comentarios y me puse a leer para salir de dudas.
Es complicado escribir sobre este libro sin desvelar su trama más de lo necesario. Cixin Liu sitúa el comienzo de la acción en la Revolución Cultural china, en el Pekín de 1967. Un proceso judicial (por llamarlo de alguna manera), un asesinato y un suicidio marcan el inicio de la historia en un primer capítulo titulado con acierto Los años de la locura.
Desde ese punto, el autor traslada la acción al año 1969, primero, y 2007, después (con saltos temporales entre ambas fechas). Yu Wenjie, astrofísica que fue víctima de las purgas de la Revolución, se instala en la cordillera Gran Khingan, en Pico Radar, donde se desarrolla el proyecto denominado Costa Roja. Un proyecto ultrasecreto que vertebra toda la narración junto a un original videojuego de realidad virtual, Los Tres Cuerpos, en el que una civilización llamada Trisolariana intenta sobrevivir en un planeta que orbita alrededor de tres estrellas. ¿Qué es el problema de los tres cuerpos? A grandes rasgos, es un problema de física que trata la interacción gravitacional estable entre dos objetos y cómo esta se convierte en aleatoria e impredecible cuando en la ecuación se incluye un tercer objeto. Casi nada.
Todo esto, sumado a las extrañas muertes de varios científicos y a la presencia de una inquietante sociedad que se hace llamar Fronteras de la Ciencia, conforma la base de la novela pergeñada por Cixin Liu. Y poco más puedo contar de ella sin destriparla.
Para empezar, recomiendo saber lo menos posible sobre este libro si tenéis pensado leerlo. Pese a haber sido bastante cuidadoso, mi conciencia me señala con el dedo acusador por haber contado demasiado. Para evitar que mi sentimiento de culpabilidad vaya en aumento, ceñiré el resto de la reseña a algunos aspectos de la obra que no impliquen desvelar más puntos de la trama (o casi).
El comienzo es sorprendente, más propio de una novela histórica que de ciencia ficción. El retrato que hace Cixin Liu de la China de 1967 ayuda al lector a conocer mejor la época y situar en el contexto adecuado los inicios del proyecto cuyos avances desarrolla más adelante.
El autor hace un alarde de conocimientos de matemáticas, física teórica y física aplicada que en ocasiones puede abrumar. La inclusión de datos técnicos y terminología científica ayuda a comprender los hechos, pero al mismo tiempo hace derivar al texto hacia la ciencia ficción dura, algo que puede desconcertar a algunos lectores.
Tal vez el mayor defecto de la novela es la poca profundidad de sus personajes. Cixin Liu utiliza a la mayoría como mera excusa para transmitir el mensaje que desea hacer llegar al lector. Quien busque una obra cuyos personajes estén bien perfilados y tengan enjundia, que busque en otra parte porque en El problema de los Tres Cuerpos no los va a encontrar.
Cixin Liu compensa esa carencia con una historia original, haciendo gala de una notable inventiva. El componente de crítica social también es bastante acentuado a lo largo del texto y tras un comienzo algo ambiguo por los toques de novela histórica antes citados, la ciencia ficción pura toma el mando para convertirlo en una delicia para el aficionado al género.
Los viajes dentro del videojuego están muy logrados y las escenas en las que los Trisolarianos crean un artilugio (mejor no desvelar de qué se trata) y cómo lo hacen funcionar son un ejercicio de lucidez y derroche de imaginación que hace ganar muchos puntos a la obra.
En definitiva, El problema de los Tres Cuerpos es, pese a algunos defectos, un paso en la dirección correcta. Habrá que esperar a la publicación de El bosque oscuro y El fin de la muerte para valorar en su conjunto el trabajo de Cixin Liu, aunque se puede decir que la primera parte ha pasado el examen con buena nota.