Con el post de hoy concluyo mi participación en la iniciativa #Leoautorasoct. Esta vez no se trata de una reseña, sino de una entrevista, nada más y nada menos que a Diana P. Morales, escritora, directora de El Portal del escritor y autora de uno de los mejores blogs de escritura en lengua castellana. Voz más que autorizada para hablar de la literatura actual, su último proyecto ha sido la convocatoria del Primer Premio Ripley junto a Triskel Ediciones.
¿Cómo surge el Premio Ripley? ¿Cómo es ese camino desde la idea original hasta el libro en papel?
Surge como una necesidad. Tanto en mi experiencia profesional como de autora de ciencia-ficción, sentí que tenía que contribuir a que más mujeres se animasen a escribir literatura de estos géneros —tradicionalmente copados por autores masculinos— y a dar más visibilidad a las autoras que ya existen.
Cuando hablé con Pablo y Rafa, de Triskel Ediciones, me comentaron que ellos también notaban que a la editorial llegaban muchos menos libros de estos géneros escritos por mujeres, así que se sumaron a la iniciativa y nos liamos la manta a la cabeza con este proyecto, que nos ilusionó desde el minuto uno.
Como imaginas, el nombre del premio se debe a la teniente Ripley de la película Alien, que es mi heroína particular desde la adolescencia, y que fue una de las primeras heroínas de acción no sexualizada, ni encuadrada en como «se supone» que debe ser una mujer. El papel estaba, inicialmente, pensado para un actor y cuando eligieron a Sigourney Weaver no tocaron ni una sola de sus líneas de diálogo. Y así consiguieron una mujer realista y natural, mira qué cosas.
Además, por supuesto, Alien es una saga de ciencia-ficción y terror, con lo que todo resultaba redondo.
«Algunas jurados nos preguntaron si no sería posible seleccionar más cuentos finalistas porque ¡se veían incapaces de decidir!».
Ha sido un proceso largo y complicado el dar con las 12 finalistas. ¿Podrías contarnos alguna anécdota?
Desde el primer día vimos que iba a haber mucha participación, porque en las primeras 48 horas recibimos ya varios relatos. Estaba claro que había «hambre» de premios como este… ¡y muchas mujeres con ganas de escribir género!
Cuando llegamos a 179 relatos no nos lo podíamos creer. Habíamos dejado un mes de plazo para hacer la selección y votaciones, así que el proceso fue una locura. Y las jurados invitadas (La Nave Invisible, Aitziber Conesa de Danza de Letras, y las escritoras Tanya Tynjala y Daína Chaviano) también lo dieron todo, leyendo muchos más relatos de los que esperaban.
En seguida nos dimos cuenta de que el nivel era muy alto. Recuerdo que, en los últimos días, algunas jurados nos preguntaron si no sería posible seleccionar más cuentos finalistas porque ¡se veían incapaces de decidir!
Intentamos compensar esto otorgando cuatro Menciones del Jurado a cuatro cuentos que se quedaron a las puertas de la selección.
Una vez terminado todo el proceso, ¿ha ido la iniciativa tal y como esperabais en un principio? ¿Mejor, peor? ¿Cambiaríais algo?
Ha ido mucho mejor de lo que esperábamos. Tuvo muchísimo eco y las escritoras lo recibieron con muchísimas ganas. Además, el proceso fue muy bonito y un ejemplo de sororidad, con autoras animándose unas a otras, e incluso ejerciendo de lectoras beta entre ellas. Fue precioso. ¡Normal que hayan llegado relatos tan buenos!
Algo que también me emocionó fue recibir mensajes de autoras que nos decían que, gracias al premio, habían probado por primera vez a escribir ciencia-ficción o terror y les había encantado la experiencia.
Lo único que probablemente cambiaremos será… ¡alargar el plazo de decisión del fallo del jurado, para tener más tiempo para leer los originales y seleccionar a las ganadoras!
En la obra pone claramente que es el PRIMER Premio Ripley. ¿Tenéis planeado repetir la experiencia? ¿Será pronto?
Por supuesto, habrá una segunda convocatoria. ¡Faltaría más! A su debido tiempo se anunciarán los plazos.
Diana P. Morales es autora de ciencia ficción, muy metida en el mundillo literario, además. ¿Estás viendo cambios en la literatura de este género en lo que a escritoras se refiere?
Sí. Últimamente veo que muchas más mujeres (especialmente chicas jóvenes, pero no solo) se están animando a escribir literatura de género y a darse a conocer, en las redes, blogs y premios.
También fue una alegría que los últimos Premios Hugo estuvieron copados por autoras: el mundo anglosajón siempre va un poco por delante en estos temas, así que es una buena tendencia.
Además, están surgiendo en nuestro país editoriales que están publicando a muchas autoras de literatura de género: empezando por Triskel Ediciones, por supuesto, pero también Cerbero, Aloha o la nueva editorial Crononauta, que justo quiere hacer hincapié, específicamente, en cuestiones de género.
«Si alguien no ve necesarias estas iniciativas, le invito a buscar en Google “mejores libros de ciencia-ficción” y a ver si es capaz de encontrar una sola lista que mencione más de tres autoras».
¿Qué le dirías a quienes piensan que este tipo de iniciativas contribuyen a «aumentar la brecha» entre escritores y escritoras?
¿Contribuyen los premios dirigidos a autores de Toledo a «aumentar la brecha» entre los escritores de Toledo y Madrid? ¿Los premios dirigidos a estudiantes de secundaria «aumentan la brecha» entre estos y los universitarios?
Desafortunadamente, nos encontramos algunas recriminaciones como esa en nuestras redes sociales durante el premio. Es curioso que hubiese hombres quejándose de que no podían participar en el Ripley, pero que no dicen nada cuando hay premios reservados a autores mexicanos, por ejemplo, o de Toledo, o para menores de veinticinco años, en los que ellos tampoco pueden participar.
La mayoría de los premios «discriminan» a sus participantes por países, regiones, edad, género, etc; lo triste es que a estas personas que se quejan solo parece molestarles esa discriminación cuando se trata de iniciativas que buscan animar y visibilizar a las mujeres.
Como se suele decir, «ladran, luego cabalgamos». Esas quejas al Ripley y a iniciativas similares no hacen más que demostrar, más que ninguna otra cosa, que la ciencia-ficción y el terror han sido considerados «masculinos» durante mucho tiempo. Y por tanto prueban lo necesario de estas iniciativas por romper cada vez más barreras invisibles de cosas que «se supone» que las mujeres no hacemos.
Y aquí estamos.
En los últimos tiempos están saliendo muchas antologías de cuentos escritos por mujeres. Está She was so bad, la serie Alucinadas, ahora el Ripley. ¿No temes que pueda darse un efecto burbuja?
¿Temer? ¡Lo estoy deseando!
Las antologías que mencionas, o blogs como La nave invisible y proyectos como #LeoAutorasOct y Adopta una Autora son una alegría. Como decía antes, cualquier iniciativa que sirva para dar a conocer a mujeres que escriban género (o simplemente que escriban) es bienvenida y muy necesaria. Aún quedan muchísimas autoras por salir a la luz, por conocerse, por leerse y por publicarse y muchísimo público por llegar a esas autoras.
Si alguien no lo ve necesario, le invito a buscar en Google «mejores libros de ciencia-ficción» y a ver si es capaz de encontrar una sola lista que mencione más de tres autoras. No un 50% de autoras, ni un 30% de autoras, no: más de tres. ¡Es casi imposible!
De hecho, mira, aquí están los primeros resultados de Google: La voz del muro (veinticinco libros, cero autoras), El periódico (diez libros, cero autoras), Jot Down (veinte libros, dos autoras; como curiosidad, son los libros recomendados «para feministas» y «para izquierdistas»), El placer de la lectura (veinte libros, tres autoras, es el que tiene más), Ebrolis (catorce libros, una autora), Xataca (dieciséis libros de ciencia-ficción y fantasía, dos autoras), Quo (una autora entre diez libros), Lifeder (cien libros, ¡solo tres autoras!)
Hay escépticos que dicen que «son muy pocas las mujeres que escriben en esos géneros». Pero al Ripley se presentaron 179 autoras y a la reciente antología de fantasía, ciencia-ficción y terror de Editorial Cerbero fueron más de trescientas mujeres las que mandaron cuentos (más mujeres que hombres, de hecho).
Y para quienes afirman que si no aparecemos en listas, o no nos conocen, es porque «no escribimos con calidad», quiero recordar que la ciencia-ficción es un género que fue inaugurado por una mujer, Mary Shelley (¡Frankenstein se publicó cuando Julio Verne aún no había nacido!). Hay cinco mujeres entre los «Grandes Maestros de la Ciencia-ficción y fantasía» de EEUU desde el año 2000, y cuarenta y cuatro novelas (o novelas cortas) de veinticinco autoras distintas han sido premiadas en los Hugo en los últimos cincuenta años.
Estudios, como el reciente experimento John/Jennifer, prueban que hay un sesgo en cuanto se refiere a valorar a las mujeres. Animo a todo el mundo a echar vistazo a ese estudio y a otros, y a observar ese sesgo en la vida real (e incluso en nuestras propias actitudes, ya que, lo queramos o no, somos hijos e hijas de nuestra época).
«El papel de la teniente Ripley estaba, inicialmente, pensado para un actor y cuando eligieron a Sigourney Weaver no tocaron ni una sola de sus líneas de diálogo. Y así consiguieron una mujer realista y natural, mira qué cosas».
¿Cómo ve Diana P. Morales el panorama en un futuro próximo? ¿Y más a largo plazo?
Soy optimista, es un defecto que tengo.
Una de las cosas buenas de ir cumpliendo años es darse cuenta de que muchas cosas van cambiando, aunque sea pasito a pasito y muy lentamente. Todas las iniciativas que hemos ido comentando en esta entrevista, así como la gran cantidad de nuevas autoras publicadas, premiadas y respetadas en todo el mundo, dan fe de ello.
Aún queda camino por recorrer, sin duda, pero para eso estamos.
¿Qué autoras de ciencia ficción y/o terror recomendarías a las jóvenes escritoras de hoy para que tomen referentes?
Terror no he leído mucho: de lo que conozco, Anne Rice escribe divinamente. Y recomiendo también a algunas decanas de ese género en nuestro país, como Pilar Pedraza o Patricia Esteban Erlés, que acaba de ganar el premio Dos Passos con una novela gótica.
En ciencia-ficción hay un aluvión de autoras de gran calidad para elegir, desde clásicas, como Ursula K. LeGuin, Octavia Butler o Doris Lessing, ganadora de un Premio Nobel (y que acabo de recordar que también escribe terror), a actuales como Margaret Atwood, N.K. Jemisin, Lisa Tuttle, Connie Willis… Y, por supuesto, en nuestro país Elia Barceló y todo un montón de autoras que seguimos sus pasos.
Os animo a descubrir autoras, hay todo un mundo ahí fuera de maravillosas historias y personajes.
A Libros Prohibidos nos llega la mitad de libros escritos por mujeres que por hombres, pero sabemos que ellas están ahí, que escriben y publican, pero que no se terminan de atrever a contactar con revistas como la nuestra. Con tu experiencia como escritora y profesora de narrativa, ¿qué le podrías aconsejar a esas autoras?
En mis talleres lo veo constantemente: acude un hombre por cada tres o cuatro mujeres y, por lo general, ellos siempre participan, leen, preguntan y se animan a mandar sus relatos a premios, etc, mientras que nosotras nos lo pensamos más, dudamos, nos frenamos.
Quizá de pequeñas recibimos más presión para ser humildes, o para creer que lo que hacemos no es bueno y no merece ser enseñado, ni presumir de ello.
No a todas les pasa, por supuesto, pero sí que opino, como tú, que por lo general nos cuesta más. Es un fenómeno que incluso está documentado y estudiado: en algunas revistas de psicología lo llaman el «self-esteem gender gap» o «confidence gender gap».
Esa es otra razón por la que estas iniciativas son también necesarias, para dar ese empujón a las autoras. Esperemos que cada vez hagan menos falta, y que, eventualmente, desaparezcan por innecesarias.
Para finalizar, ¿qué le recomendaría Diana P. Morales, en general, a una joven autora que ama la ciencia ficción y que no sabe cómo sacar adelante su carrera literaria?
Cuida tu escritura, no te conformes con lo primero que escribes, lee mucho (muchísimo), sobre todo buena literatura. Y sal ahí fuera a mostrar lo que haces, aunque dé miedo o vergüenza al principio. Búscate una tribu que te anime y te empuje: juntas somos más decididas y más fuertes.
Y cree en ti: escribir, como cualquier oficio creativo, exige mucho coraje y tú ya lo tienes. Siéntete orgullosa y sigue adelante —poco a poco y pese a todo— que así vas a conseguir mucho. Lo veo cada año, alumnas en mis talleres y compañeras escritoras que van terminando libros, dándose a conocer, publicando y ganando premios.
Persiste, busca ser mejor cada día y busca apoyos en tu camino, ese es el único secreto.
¡Os espero a todas en el próximo premio Ripley!