Año: 2016
Editorial: Naufragio de letras
Género: Novela Juvenil
Valoración: Recomendable
Todos los años me pasa igual: vamos reseñando y reseñando en la web, siguiendo la tarea del día a día y, cuando llega esta fecha (más o menos), descubro que la etiqueta correspondiente a la sección oficial de los Premios Guillermo de Baskerville (este año es PGB’17), ya se ha hecho un hueco entre la nube. Eso significa que avanzamos a buen ritmo (con la entrada de hoy ya van 17 y esperamos poder llegar a 100 para esta edición y abrir distintas categorías por géneros; va a ser complicado, pero ¿por qué no?). Vamos ahora con El día del dragón, la novela que ahora nos ocupa.
Fran, Carol y Kang Dae son tres chicos normales que se pierden durante una excursión en el bosque. Sin pretenderlo, encuentran el misterioso país de Draconia, donde reciben uno de los objetos más deseados del mundo: un huevo de dragón. Desde ese preciso instante los tres amigos tendrán que superar innumerables peligros para salvar el huevo de los magos, cocineros locos y robots cirujanos que pretenden hacerse con él.
No va a ser posible mostrar aquí lo mucho que me he reído leyendo este libro. Para ello tendría que haberme grabado mientras pasaba sus páginas, cosa que el psiquiatra me aconsejó que dejara de hacer. Por eso mismo vais a tener que fiaros de mi palabra, y mi palabra dice que El día del dragón es gracioso, divertido, sorprendente (siempre para bien) y cachondo a más no poder. Los autores no solo se han encargado de que el ritmo vaya siempre a todo trapo, sino que han procurado introducir bromas, chistes y otras carantoñas literarias cada pocos párrafos, dando como resultado esa sonrisilla tontorrona al leer de la que en absoluto nos enorgulleceríamos. Por cierto, que el libro avisa de que entre sus páginas se puede encontrar el peor chiste del mundo. Y no miente; tanto es así que cuando creí encontrarlo me dije: “¡DIOS SANTO, ESPERO QUE SEA ESTE!”
No quiero engañar a nadie, El día del dragón es así de divertido (incluso más), pero su tono es juvenil. Yo lo recomendaría para niños desde 11 o 12 años y, sobre todo, a niños más creciditos como un servidor, de estos que seguimos disfrutando cual gorrinos en charca de Roald Dahl y Michael Ende, por ejemplo. Pero bueno, a lo que iba, no es un libro para adultos propiamente dicho (lo siento, gente seria). Es una obra de fantasía y magia llena de humor absurdo y situaciones más bien chorra, sí, de acuerdo, pero con una capacidad de divertir solo al alcance de los más locos autores. Los recursos utilizados son variados y, como ya dijera antes, sorprendentes, usando con maestría (y hasta sus últimas consecuencias) la imaginación.
También se han dado sus caprichos los autores. Han aprovechado este tono burlón y desinhibido para homenajear distintos libros y películas de fantasía infantiles y juveniles. Entre las páginas de El día del dragón encontramos referencias más o menos claras a Ratatouille, Peter Pan, Harry Potter, Dune (este muy infantil no es, pero bueno), Alicia en el país de las maravillas, Fantasía, El mago de Oz y muchas otras que seguro que me dejo atrás. ¿Es para quererlos o no?
Para finalizar, pese a que no es la primera novela que reseñamos escrita a 4 manos, sí que es la única de la que tenemos un interesante documento explicativo del proceso en el blog de Gabriella Campbell. Sinceramente, después de leerlo me parece más complicada (y, por lo tanto, meritoria) esta forma de escribir y no sé si algún día seré capaz de ello sin incurrir en varios delitos.
En fin, amigos, que es un placer para mí recomendaros este libro independientemente de vuestra edad. Y si tenéis cerca algún zagal en torno a los 10-12 años, ponédselo al alcance. No sabéis el gran favor que le estaréis haciendo.