Título completo: Arrecife y la fábrica de melodías. Fantasía en sol sostenido.
Texto: Patricia García Sánchez
Ilustraciones: Concha Martínez Pasamar
Año: 2016
Editorial: Bookolia
Género: Cuento ilustrado
Valoración: Recomendable
Hoy es el día internacional de la mujer y por eso las reseñas publicadas en Libros Prohibidos durante esta semana son de libros escritos por mujeres. Es nuestro pequeño homenaje a todas esas autoras que tratan de abrirse camino en un oficio (uno más) tan copado tradicionalmente por hombres. El libro que traigo hoy, Arrecife y la fábrica de melodías, además de estar escrito e ilustrado por mujeres, es muy especial por su temática y su mensaje.
Arrecife es una niña que vive con sus madres en la fábrica de melodías. Un día, el sol se queda detenido en el cielo, interrumpiendo el transcurso del tiempo en la Isla de los Volcanes. Esto provoca que Arrecife emprenda un viaje que la llevará al reino de Disonancia, el lugar de donde surge la música primigenia.
Sé que es un tanto insolente celebrar el día de la mujer trabajadora con la reseña de un libro infantil, pero, insisto, me ha parecido muy apropiado por su fondo, temática y mensaje. Arrecife y la fábrica de melodías está estructurado de tal forma que resulte una experiencia completa más allá de la mera lectura. Me explico, la idea es leer al mismo tiempo que se contemplan las ilustraciones y se escucha una pieza de música elegida para cada capítulo. Se logra con ello un efecto envolvente que, en la cabeza del lector, y como por obra de magia, se convierte en una maravillosa película de fantasía a todo color. ¿Y qué tiene que ver esto con el día de la mujer? Pues muchas cosas. La primera de ellas es que ya no solo la escritora y la ilustradora son mujeres, sino que las autoras de las piezas musicales también lo son; autoras semi olvidadas por una historia de la música que solo ha prestado oídos a compositores masculinos. Yo mismo, muy ignorante en este campo, he tenido la oportunidad de descubrir compositoras como Fanny Mendelssohn, Ethel Smith, Gracia Baptista, Clara Schumann o Celia Torrá. Y he de decir que he quedado encantado.
No se queda ahí la cosa, ya que el mensaje de este libro es profundamente feminista. Ojo, no trata de promover la supuesta superioridad del papel de la mujer en nuestro mundo, sino que aboga por esa cosa llamada igualdad y que busca un cambio de paradigma representado por una nueva era marcada por otra clave musical distinta a la de Sol. El simbolismo de esta obra (como también le ocurría a otras a las que recuerda como Alicia en el país de las maravillas o Momo) es, pese a sus pocas páginas, extenso y daría para hablar horas. Personalmente, me quedo con ese cambio propuesto, con esa nueva era (paralela a la de Acuario) en la que es necesario renovarnos a nosotros mismos, evolucionar a todos los niveles. Ese mensaje es la mejor aportación de Arrecife y la fábrica de melodías, un mensaje destinado a construir correctos valores para sus jóvenes lectores: los ciudadanos del futuro.
Casi he terminado la reseña y me he quedado sin espacio para comentar los detalles más técnicos de la obra. Creo que esto es más complejo de lo que parece, ya que, como dijera antes, la lectura de este libro es una experiencia que va más allá de la literatura. Música, ilustraciones y texto funcionan como un todo maravilloso. De este modo, las ideas son transportadas con una fluidez impensable en un principio. Debería haber más libros así.
Creo firmemente que el papel de la mujer va unido al futuro. Por ello, no he encontrado una obra mejor para conmemorar este 8 de marzo.