Johanna Sinisalo: El núcleo del sol

El núcleo del sol. Libros Prohibidos

Título original: Auringon ydin
Idioma original:
Finés
Año:
2013
Editorial: Roca (2019)
Género:
Novela (ciencia ficción)
Traducción (de la versión inglesa): David Tejera Expósito

Esta entrada se adhiere a la iniciativa #LeoAutorasOct, que busca visibilizar las obras escritas por mujeres y fomentar su lectura.

Los riesgos de rizar el rizo

Estaba viendo que octubre se me pasaba y yo todavía sin publicar nada sobre este mes de las autoras que, un año más, junto a otros espacios especializados, celebramos en Libros Prohibidos. Pues aquí, aunque un poco tarde, va mi granito de arena, con una novela que está dando mucho que hablar y que le ha reventado la cabeza a más de uno: El núcleo del sol, de la finlandesa Johanna Sinisalo.

Finlandia se ha convertido en un estado totalitario llamado República Eusistocrática, que ha priorizado la salud nacional y ha prohibido todo lo que pueda dar placer o causar adicción. Bueno, casi todo: el estado ha creado una nueva subespecie humana: una especie receptiva, sumisa y siempre dispuesta a tener relaciones sexuales. Solían llamarse mujeres. Desde los años 40 varios científicos junto con el gobierno han puesto en marcha un plan de selección artificial que solo permite la reproducción a las mujeres más dóciles, y las más independientes e inteligentes acaban siendo esterilizadas.

Dicen los textos promocionales de esta novela que se encuentra en algún lugar entre Margaret Atwood —por la comparación evidente con El cuento de la criada— y Kurt Vonnegut —por lo chocante—, y sí, podría decirse que es un buen acercamiento a la propuesta de Sinisalo. Primero porque, por un lado, la novela se alimenta del terror que una hipotética sociedad psicopatriarcal es capaz de generar, tema del que se habla en parte en este reciente artículo en La nave invisible. Aunque en este caso, más que de una distopía se trata de una ucronía, ya que la divergencia aparece en el pasado siglo XX, y el presente en el que se desenvuelve la acción es muy distinto al real —o a lo mejor no—. Segundo, porque el libro es raro de narices. No en vano, se encuadra dentro del movimiento conocido como Finnish Weird, una cosa muy loca que está produciendo un material de lo más interesante. Por cierto, que me recuerda en cierto sentido, y salvando las distancias, al movimiento Bizarro.

Pero si a algo me ha recordado el arranque de El núcleo del sol, ha sido a otra locura distópica que me dejó marcado como es El Vivo de la siempre impresionante Anna Starobinets. Que quede claro que me estoy refiriendo solo al principio; bueno, tal vez este efecto dura hasta que termina la primera parte, hacia la mitad. Me ha recordado, no por la temática en sí —aunque el ambiente asfixiante ayuda bastante—, sino por la forma en que es puesta la historia en pie. Capítulos tan cortos que son casi flashazos, información desordenada que no parece tener ningún sentido, movidas raras que ocurren porque sí, y la sombra de una megaestructura más o menos ignota que se cierne sobre todas y cada una de las cosas que van sucediendo. Claro, en una historia de ciencia ficción esto es algo que no podría sonar más apetecible. PERO cuando los nudos iniciales van resolviéndose y los detalles empiezan a ser más claros, el asunto empieza a perder la gracia. O dicho de otra forma, se pasa demasiado fácilmente del «wow qué fascinante» al «pero qué cojones».

Eloi: es una palabra coloquial y popular, no oficial, que empezó a usarse en la década de 1940 para denominar lo que se conoce como femenimujer. Hace referencia a la subraza de mujeres que están activas en el mercado de emparejamiento y que se distinguen por su dedicación a la mejora general del sexo masculino. La palabra hunde sus raíces en la obra de H. G. Wells, autor que predijo que la evolución dividirá a la humanidad en distintas subrazas: unas dedicadas a la estructura social, y otras a disfrutar de dichos servicios.

Claro, este giro en los acontecimientos con el paso de la primera a la segunda parte ya está previsto por la autora. Lo que ocurre es que, a lo mejor, el viraje de weird a megaweird requiere un mayor esfuerzo en el lector. Sobre todo por aquello de la suspensión de la incredulidad y tal. En mi caso me sentí algo decepcionado al comprobar que la historia no pretendía darle cierta torsión a la realidad con la idea de hacer más poderoso su alegato, sino que apostaba por rizar el rizo y se abandonaba al absurdo más pleno; que sea lo que tenga que ser. Y, oye, que me parece perfecto, pero personalmente me sentí un poquito estafado porque las expectativas no se generan en vano, que los lectores somos sentimientos y tenemos personas, como diría aquel señor que ya tal.

El núcleo del sol. Amish. Libros Prohibidos

Bromas internas

Tal vez una cosa que no estoy teniendo en cuenta de El núcleo del sol es su mensaje. Esto es así porque, en realidad, no me ha terminado de quedar claro cuál es el mismo. Es seguro que existe una crítica a los regímenes autoritarios en su cruzada por enarbolar una idea de base y tomarla demasiado en serio hasta terminar siendo una caricatura. En esta historia hay un Estado ultraconservador que mantiene controlada a la población, la tiene aislada de la comunidad internacional —que parece mantenerse normal, aunque no es algo 100% seguro— en una sociedad puritana que en muchos aspectos nos recuerda a los Amish de Estados Unidos. En esto tiene un papel relevante el ya comentado control de las mujeres, que las valora únicamente en función de su capacidad de reproducirse y quedarse a un lado para todo lo demás.

Pues bien, aparte de la crítica evidente, que la hay y es importante, no termino de entender adónde nos quiere llevar esta historia, este mundo donde Finlandia ha perdido la cabeza con el objetivo nada conseguido de hacer más feliz y eficiente a su población. Esto me lleva a pensar que, a lo mejor, El núcleo del sol no está escrito para que yo, o alguien en mi misma situación, lo entienda. Parece más bien una especie de broma interna finlandesa, algo de lo que se disfrutará más si, efectivamente, se vive, se ha vivido allí, o se tiene algún lazo de unión con el país nórdico. Vamos, que estoy seguro de que me falta información para poder disfrutar del todo de este libro, para terminar de entenderlo en toda su complejidad. Y es un poco frustrante.

¿Por qué Finlandia es el mejor país del mundo?
Vivimos en una eusistocracia. Una eusistocracia es la única sociedad en la que todas las personas viven bien de verdad. La eusistocracia es el sistema social de Finlandia. El mayor órgano de gobierno es la Autoridad Sanitaria- Eusistocracia significa que todos saben siempre lo que es mejor y lo que deberían hacer si quieren vivir sanos y durante mucho tiempo. Por esa razón, la Autoridad Sanitaria nos dice qué comer y más cosas.

En la cita del párrafo anterior se puede ver el tono semi-cómico de la novela. La crítica a un Estado autoritario que trata de una forma infantil y condescendiente a su población es obvia desde el principio. También lo es el terrible control, especialmente sobre las mujeres y aquellas personas que se salen de la férrea norma. Y también hay mucho de la posible obsesión finlandesa con la educación. Puede ser, pero no tengo ni idea y a lo  mejor es otra cosa. Lo que vengo a decir es que esto no es un llamamiento a no leer la novela. De hecho, me parece un texto que por curiosidad, exotismo, sentido del humor y escarceos con el Bizarro, tiene valor por sí solo. Pero que se corre el riesgo de quedar colgados.

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Fotos: Randy Fath. Unsplash