Título completo: Quasar 2. Antología CI-FI
Año: 2017
Editorial: Nowevolution
Género: Antología de relatos (ciencia ficción)
Coordinador: Víctor M. Valenzuela
¡Quasar ha vuelto!
Nowevolution editorial nos trae una nueva antología de relatos de ciencia ficción y un nuevo elenco de autores que harán las delicias de todos aquellos aficionados al género. Ante nosotros tenemos once relatos, de los que hablaremos con detenimiento más adelante y que componen un panorama en el que se encuentran el ciberpunk, el transhumanismo, nuevas y fascinantes tecnologías, futuros terribles y naves que recorren los más recónditos senderos del universo.
Algunos muy buenos y otros mejorables, Quasar 2 nos presenta un recogido de historias que destacan por una efervescente imaginación y la composición de mundos curiosos, relatos con finales sorprendentes y que permanecerán en la memoria del lector más allá de su finalización.
Un poco más de cerca
Quasar 2 comienza con «Los páramos de rango Z» de Alejandro Taré, que trata la historia Hayo Takumi, la oteadora de uno de los faros espaciales de la Colmena. Un día recibe una misteriosa llamada del espacio desconocido, y, deseosa de contacto humano, acudirá sin esperar autorización alguna. Allí descubrirá que el universo juega malas pasadas. Un relato redondo y bien armado, que se cierra sobre sí mismo sin fisuras.
En «Good Citizen!» de Cristina Gutiérrez comprobamos que esa amenaza que vimos venir con la aparición de Candy Crush ha terminado por cumplirse. En un futuro tan posible como próximo, la humanidad ha sido sometida por los gobiernos a través de una aplicación móvil llamada Good Citizen! Esta app, disponible en todos los soportes electrónicos, enseña a los usuarios a ser buenos ciudadanos, pero ¿qué es un buen ciudadano? Y más importante todavía, ¿quién lo decide? Una historia con un aire a Black Mirror que nos hará replantearnos un término que creíamos comprender.
El juego consistía en cinco niveles básico gratuitos de dificultad creciente se desarrollaba en una ciudad utópica llamada Freedom. Si el jugador conseguía superar todos los niveles a la perfección, la aplicación solicitaba un carnet identificativo válido y se le enviaba al usuario un documento autorizado por el Gobierno, premiándole como «buen ciudadano».
«Good Citizen!» de Cristina Gutiérrez.
«La segunda Eva» de Cristina Martínez. Eva es la hija de Elohim Adams, un importante científico que se inmoló para proteger el experimento más importante y trascendental de su carrera. Ahora, la muchacha tendrá que aliarse con un cyborg militar para proteger el secreto de su padre de las milicias y los altos cargos de la Urbe que quieren conseguirlo y usarlo en su beneficio. Una relato, en mi opinión, demasiado precipitado y que podría haber quedado mucho mejor si la autora hubiese tenido la oportunidad de desarrollarlo adecuadamente.
«Segunda oportunidad» de Dioni Arroyo nos relata la historia de Marcus y Xermán, dos amigos que se dirigen al planeta Somnium para empezar una vida nueva. Pero a las puertas de su destino, poco después de despertar de la hibernación, deberán enfrentarse a una decisión que cambiará sus vidas para siempre. Una inquietante historia sobre las sucias argucias que los gobiernos están dispuestos a llevar a cabo con tal de alcanzar su objetivo.
«Zona de tormenta» de Jorge Olivera. Una extraña tormenta se ha desatado en el rocoso planeta Simeón. Tras años de preguntas sin respuesta, una misión acude para investigar el fenómeno más de cerca. Allí encuentran los restos de la nave que alertó a los científicos en primer lugar, los circuitos han quedado dañados y el único modo de acceder a la vital información que guarda es conectando con su núcleo, un curioso cerebro laminado. Un relato intrigante y con cierto aire de fantasía.
«El vigilante» de José Raúl Camacho. Al poco de llegar a su destino, uno de los científicos de la base de Marte, el geólogo Nilson Ostrud comienza a vomitar sangre. Con la intención de llevarlo a la Tierra para ser tratado, el capitán James Warner es escogido para guiar la nave-cohete de vuelta a casa. Por el camino tendrá que enfrentarse a la soledad y la incertidumbre del vasto espacio y al terror a que quizá no haya ningún lugar al que regresar.
«Cuando agosto no es un mes» Miguel Matesanz. La vida es difícil para alguien que sabe que ha sido el último niño que jamás nacerá en la Tierra y que la humanidad está condenada. El protagonista de esta historia desgrana en unas pocas páginas las desventuras de su existencia en un mundo que se desmorona. Pero mientras unos le ensalzan y otros le odian, él encontrará en el anonimato, la paz y la felicidad que todos buscamos en la vida. Un relato emotivo que nos recuerda a quién van dirigidas las palabras que guardamos y los sentimientos que las acompañan.
«El hambre de la Yamamba» de María Angulo. Haruto Mori es un anciano investigador que es retirado de su trabajo como experto en ecología y bioingeniería debido a su avanzada edad. En un mundo en el que los mayores son considerados inútiles y donde se les incita a quitarse la vida para no ser una carga para sus allegados, Haruto Mori decide internarse en el bosque de Aokigahara, plagado de mitos y fantasmas, en busca de una vieja colega desaparecida años antes en la región. Una historia curiosa y original, que llama la atención por el singular mundo que logra desarrollar.
Según la leyenda, la Yamamba es una anciana capaz de cambiar de aspecto. Engaña a los caminantes y los devora. En ocasiones, los ayuda, aunque no es tan frecuente. Supongo que algunos de esos ancianos, en su día, se negaron a dejarse morir dócilmente y se buscaron la vida. La de otros, cuando fue necesario.
«El hambre de la Yamamba» de María Angulo
«Tiempo detenido» de Nieves Delgado. Confiando ciegamente en la sinceridad de una raza alienígena que pronostica el final de la materia, la humanidad decide renunciar a su cuerpo para vivir en un entorno virtual que simula la existencia en la vieja Tierra. Allí, sin lastres como el dormir o el comer, la raza humana deberá reinventarse a sí misma y escoger hacia dónde desean conducirse a partir de ahora.
«Estela» de Lluvia Beltrán nos relata la historia de Estela, una joven escritora que vive en un mundo donde las palabras han sido relegadas por las nuevas tecnologías. En un futuro en el que todo parece haber sido inventado e imaginado, Estela luchará por encontrar la fuente de la imaginación y la originalidad que habita en un afamado guionista. Un relato a primera vista de ciencia ficción, que no tardará en transformarse en un cuento de terror.
«2014 OL339» de Víctor M. Valenzuela. Manuel y Lucía, tripulantes de una nave técnica, se acercan al asteroide 2014 OL339, transformado en lanzadera de carga para ahorrar gastos a una corporación con importantes negocios en Marte. Allí van a reunirse con Cinthia y Omar, compañeros de trabajo. Pero lo que no saben es que en el interior del objeto celeste les espera un Génico extremo, un soldado adaptado y modificado para sobrevivir a las rigurosas condiciones del espacio y que intentará aniquilarlos a todos.
Quasar 2 es buena antología, amena e interesante de leer, aunque, como es habitual, ha habido relatos que me han gustado más que otros, que he encontrado más pulidos o mejor escritos. Por ejemplo, como comentaba más arriba, he disfrutado mucho con «Good Citizen!», porque sin alejarse demasiado, nos muestra un futuro que fácilmente podría llegar a alcanzarnos. También colocaría entre mis favoritos el relato de María Angulo, «El hambre de la Yamamba», que nos cuenta cómo una bacteria insignificante puede amenazar el curso de la civilización. Pero a pesar de todo, debo admitir que los escogidos para esta recopilación contienen ideas, planteamientos o aspectos muy potentes que vale la pena tener en cuenta a la hora de hacer una valoración. En definitiva, una obra recomendable con una propuesta muy entretenida.