Año:2017
Género: libro de relatos (ciencia-ficción y fantasía)
Editorial: Autopublicado
Traducción: Marcheto
Cuentos para dar y regalar…
Cuentos para Algernon: año V es una recopilación en descarga gratuita de relatos de fantasía y ciencia-ficción. Se suma así a la lista de antologías que llevamos reseñando en este 2018, como Combustible Lovecraft o Quasar 2. En este caso, se trata de un conjunto de textos escritos originalmente en habla anglosajona y traducidos al castellano por Marcheto, habiendo sido previamente publicados en su blog entre noviembre de 2016 y octubre de 2017.
Nos encontramos por tanto ante una colección peculiar, aunque solo fuera por la finalidad no comercial de la antología, además de por ser resultado de un blog en el que la periodicidad de las lecturas y entradas tiene su propio ritmo. En ese sentido, es comprensible que los textos no tengan una unidad temática más allá del marco de la literatura de género. En Cuentos para Algernon leeremos textos muy diversos entre sí, tanto por la fecha original de publicación, como por el origen del autor o la autora, su relevancia en el ámbito literario, y especialmente la temática concreta elegida.
Dos son para mí los elementos que otorgan cierta unidad a la antología. Por un lado, el trabajo de la traductora, que ofrece una versión en castellano que no se distingue de cualquier traducción remunerada. Los relatos de Cuentos para Algernon se leen con fluidez, son impecables desde el punto de vista ortotipográfico y dejan ver la diferencia de estilo entre unos autores y otros. Desde la perspectiva de alguien que no ha leído las obras en su idioma original, la traducción es inmejorable y, por el carácter no comercial de la selección, merece el aplauso de todos los que podamos acceder a su lectura.
Por otro lado, la alta calidad de los textos escogidos. Se trata de lecturas que por sí mismas justifican la antología. Dada la heterogeneidad de los relatos, creo que lo más conveniente es hacer una pequeña presentación de cada uno, aunque varios de ellos poseen suficiente contenido como para dedicarles un análisis más detallado.
… y cuentos para todos los gustos
«Pequeños dioses», de Tim Pratt, es el texto que abre Cuentos para Algernon. Con un lenguaje sencillo y que en algún punto emula la inocencia de los cuentos infantiles, utiliza un contexto propio del género fantástico para recorrer las distintas fases del proceso de pérdida de un ser querido. Por el tratamiento del personaje protagonista, la naturalidad con la que introduce los elementos sobrenaturales y la elegancia con la que trata el duelo, es sin duda uno de los mejores relatos de la selección:
Fuera estoy mejor, constreñido solo por la naturaleza y no por la sustancia de vida que Emily o yo habíamos construido juntos. Emily solía llamar a esta casa nuestro refugio, nuestro fortín, y yo creía que eso es lo que sería siempre. Nunca conté con que se convirtiera en un lóbrego museo del duelo.
«El círculo cuadrado», de Rhys Hughes, es un relato muy breve que se presenta como un homenaje a Ítalo Calvino —en la foto—. En el contexto de su trabajo en el blog, Marcheto realiza un recorrido por algunos autores que de alguna manera remiten al escritor italiano. Es el caso de «El círculo cuadrado» y también de «Las cartas de los Mongergi» o de «Cisne negro». En mi caso, al no haber leído a Calvino, entiendo que pierdo algunas claves de lectura. No obstante, los relatos-homenaje poseen entidad propia y se pueden leer de manera independiente. Para mí, el texto de Rhys Hughes remite a la distinción moderna entre lo real, lo posible y lo imposible, determinante en filósofos como Leibniz o Spinoza. Es un texto más orientado a la reflexión personal que a la experiencia estética.
Vajra Chandrasekera presenta un texto que hibrida elementos de fantasía y ciencia ficción con tradiciones tribales. «El umbral y el dique» está escrito de una manera bastante poética e incide más en las descripciones contextuales que en la tipología de los personajes. Incorpora además una serie de reflexiones sobre la guerra y el colonialismo, la pérdida de las tradiciones y los vínculos familiares y comunitarios.
«Las cartas de los Mongergi» es, como decíamos, otro de los textos-homenaje a Calvino. Utilizando la fórmula de la misiva, Geetha Iyer construye otro de los relatos más impactantes de Cuentos para Algernon. En sus aspectos formales, es capaz de presentar unos personajes muy bien definidos, un argumento que por sí mismo sostiene la lectura, un contexto llamativo y sugerente y un lenguaje florido y acorde a la tipología de sus personajes. Además, incorpora multitud de planos de lectura, abordando cuestiones tan variadas como el amor, las relaciones familiares, la ecología, la democratización de la cultura o el auge del capitalismo:
Se me está ocurriendo una idea: ¿no sería posible comercializar en la tienda de recuerdos del museo versiones en formato de tarjeta postal de algunas de las piezas voluminosas exhibidas? […] Por reacio que pueda ser a ver especímenes como los de la colección Mongergi en manos de personas corrientes, debo admitir que el mundo parece encaminarse en esa dirección, ¿no es así?
Bruce Sterling presenta en «Cisne negro» un relato de ciencia-ficción en el que se juega con la idea de los universos paralelos. La manera de hilar la hipótesis con el arco narrativo es muy original y está bien llevada, aunque quizás culmina de una manera poco convincente y se excede en explicaciones. Por otro lado, el uso de la figura de Nicolas Sarkozy como presidente de Francia en nuestro universo, y delincuente peligroso en otros mundos posibles, introduce un elemento político en el texto que lo enriquece bastante (especialmente si se toma en cuenta que el relato se escribió en 2009 y se vincula a los acontecimientos políticos más recientes).
«Tres tazas de aflicción a la luz de las estrellas» es otro de los cortes más destacados de Cuentos para Algernon. Pese a que la traductora advierte que el texto se encuadra en un universo más amplio diseñado por Aliette de Bodard, su lectura se puede realizar de manera independiente. Además de presentar un mundo radicalmente distinto al que conocemos y hacerlo de manera coherente y creíble, utiliza recursos técnicos originales y bien estructurados.
Su hermana, la Tigre en el baniano, se materializó en la cocina, cerciéndose sobre la reluciente encimera, cerca de los restos del té matutino de Quang Tu. No es que realmente fuera ella, por supuesto: su hermana era una Mente encerrada en la sala del corazón de una nave espacial, demasiado pesada para abandonar su órbita; y lo que proyectaba sobre el planeta era un avatar.
El relato está compuesto por tres voces distintas pero vinculadas entre sí por el desarrollo de los hechos, incorpora conceptos que rompen con nuestros esquemas preestablecidos y además los vincula con cuestiones afectivas que nos resultan más familiares. La forma de narrar es también muy personal, elegante, equilibrada, y plagada de metáforas y evocaciones.
«El peso de las palabras», de Jeffrey Ford, es también un relato espectacular. Lo es por la caracterización interna de los personajes, por la sencillez de su estilo narrativo, por la solidez de su ética personal y sobre todo por la originalidad de la hipótesis que plantea y las múltiples implicaciones que arrastra. Partiendo de la idea de que las palabras pudieran medirse y clasificarse como entidades químicas, sugiere la posibilidad de transmitir mensajes subliminales a través de frases aparentemente inocuas. De esta manera cuestiona la publicidad, la política, nuestra moral privada o la discriminación racial. Es quizás el texto que más resonancias puede tener en un mundo como el nuestro, pero la manera en que se desarrolla permite incorporar esas reflexiones en un cuento con entidad propia y un desarrollo interno muy bien elaborado.
La oración no resultaba fluida, era un tanto forzada. Incapaz de continuar mirándola, pestañeé. En ese instante, la palabra «llama» apareció totalmente fuera de contexto en mitad de la frase. […] Volví a parpadear y se esfumó. Volví a parpadear y reapareció. Como encendiéndose y apagándose con cada fugaz movimiento de mis párpados.
Dale Bailey cierra Cuentos para Algernon con «La criatura desiste», un relato inspirado en la película La mujer y el monstruo que aborda los entresijos de Hollywood imaginando que el monstruo de la Laguna Negra fue una figura real. El texto se sigue con facilidad y permite al lector adaptarse con total naturalidad a la alternancia entre ficción y no-ficción que plantea, es sencillo y maneja muy bien el ritmo narrativo, aunque quizás el desenlace resulte algo forzado.
Además, la selección incorpora, a modo de epílogo, dos textos muy breves, «Clips, recuerdos y cosas que nadie echará en falta», de Caroline M. Yoachim; y «Coyote», de Charles Yu.
En conclusión, Cuentos para Algernon. Año V se muestra como una selección de relatos muy sólida, en la que todos los textos que incorpora poseen una calidad bastante elevada, pero que además presenta varios realmente excepcionales. Tratándose de relatos hasta ahora inéditos en lengua castellana, merece muchísimo la pena acercarse a cada uno de ellos, degustarlos y sumergirse en su lectura.